Hoteles Indigo en Edimburgo

El hotel esta en pleno centro de la parte nueva de Edimburgo y a un paso de la Old Town, justo en la calle de enfrente estaba montado el mercado de Navidad y por su proximidad con las calles principales lo hace ideal para alojarte.El hotel era una antigua casa convertida en hotel y la adaptación en algunas zonas del hotel eran algo incomodas si llevas maletas, ya que para llegar a recepción tienes que subir un buen tramo de escaleras con el equipaje a cuestas y para acceder a las habitaciones, al menos la mía, debiamos pasar por un laberinto de puertas y algunas escaleras más. Nuestra habitación daba a un lateral de la calle principal, con lo cual el ruido era leve al tener ventanas con doble cristal. Respecto a la habitación decir que está bien decorada, nada recargada y con un aire vintage.El baño cómodo, amplio moderno con una buena ducha y secador de pelo. Cambio diario de toallas, también habian dos albornoces y secador de pelo. La limpieza correcta. Destacar que la calefacción siempre marca 27 grados la subas o la bajes, por lo que deducimos que la controlan ellos. Una pantalla plana de 42 pulgadas frente a la cama e interruptores con clavija redonda y las tres clavijas tipicas del pais. La cama en mi caso no fué del todo cómoda, ya que me iva hacia el lado exterior de la misma cuando dormia. Las recepcionistas amables, pero sobre todo los camareros del restaurante, Enrique en la cena no ayudó con algunas dudas del menú con su gracia andaluza y el otro chico de los desayunos muy atento con nosotros, también español. En general my buena actitud hacia el cliente. El restaurante es precioso,con una decoración elegante, y bonitas mesas rodeadas de sofas en circulo. También tiene una zona solo para tomar copas. Resumiendo, nos gusto mucho la localización y la atención, no tanto las escaleras al no poder acceder al ascensor. Lo recomiendo de todos modos, servicio de té y café en la habitación y madera de planchar con plancha, no hay parking en el hotel, pero si cerca aunque de pago.

El hotel es un hotel muy fantástico para quedarse en las primeras marcas, cuando llegamos nos hizo sentir muy bienvenidos por Denise y Chelsea, nos mostraron a nuestra habitación y lleno de información sobre la ciudad y el hotel. El hotel está muy bien decorado y marca la cama más cómoda y la ducha más fuerte que es más importante para nosotros, tienen un minibar con bares de chocolate, agua y un cano de naranja que se rellena todos los días en la habitación. La fiesta del desayuno fue deliciosa y abundante, gracias a Willie y a su equipo, fueron muy amables y útiles. En el hotel, el personal de la ciudad fue muy bien equipado con Dinisse, Miguel, Elidh, y estaba muy bien equipado con nuestros bolsillos y tiempos de autobús. El hotel está situado en una zona de 4 estrellas, en una zona de 4 estrellas y está situado en el centro comercial, en una catedral católica romana y en una parada de autobuses, en tranvías, restaurantes y a pocos pasos a la milla real y al castillo.