En septiembre, nos quedamos en la habitación de la familia, y nuestras opiniones negativas fueron las siguientes: una habitación de tres personas, una cama doble y una sola, y nos dieron esta habitación, aunque somos dos personas, y la habitación era muy estrecha. No había lugar para poner el maletín y lo pusimos en la cama única que no usamos. Nuestro cuarto estaba en el piso de 5 perlas. Cuando comenzó el desayuno (hora 7.00) se pone mucho ruido, no es posible dormir en el cuarto. Por eso, no se mueva de las habitaciones de los cinco pisos, la sonido de las habitaciones es muy mala, si hay duchas en la habitación adyacente, se oye como si estuviera en su habitación, o si estás viendo la televisión en común. En cuanto a sus aspectos positivos, el hotel está muy céntrico y a una distancia de caminar a muchos lugares que se pueden visitar. No hay ruido exterior porque el tráfico no es muy intenso. El desayuno es muy variado y muy delicioso. También se ofrecen té y cafés fuera del desayuno como premio. Los trabajadores son muy ridículas y auxiliares (excepto el oficial de la recepción del día). Gracias especialmente a la señora Suna, el oficial de recepción nocturna. ¿Por qué no volvemos a Erzurum? Sí, lo hacemos, a menos que no se lleven 5 perlas ...
Fabuloso
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