XXihongweijindeniumowangMe alojé en cuatro hoteles durante mi viaje al Tíbet, y el Snowland Paradise International Hotel fue, sin duda, el que mejor relación calidad-precio ofreció. En primer lugar, goza de una ubicación privilegiada, a pocos pasos de la parada del autobús de aviación civil. Las atracciones más emblemáticas de Lhasa, el Palacio de Potala y los Templos de Jokhang, se encuentran a uno o dos kilómetros del hotel. Justo al salir del hotel hay una variedad de pequeños restaurantes y tiendas de conveniencia, lo que lo hace muy práctico. En segundo lugar, el hotel cuenta con un completo sistema de suministro de oxígeno. Cada habitación cuenta con una unidad con opciones de oxígeno difuso e inhalación nasal, y funciona las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Esto es crucial, ya que muchos hoteles solo ofrecen oxígeno por la noche. El hotel también está muy cerca del Hospital Popular de la Región Autónoma del Tíbet y del Hospital Fukang, así que incluso si tiene una emergencia médica, no tiene de qué preocuparse. En tercer lugar, el aire acondicionado y la calefacción centrales son excelentes. Las noches de invierno en el Tíbet pueden ser muy frías, por lo que un hotel con calefacción por suelo radiante es esencial para su comodidad. En dos de los cuatro hoteles en los que me alojé, el aire acondicionado central no funcionaba por la noche, lo que me obligó a quedarme en cama. En el Snowland Paradise International Hotel, el aire acondicionado y la calefacción eran excelentes, así que no tuve que preocuparme por nada. En cuarto lugar, la vista desde la azotea es inmejorable. 5. El personal fue muy amable y servicial. En resumen, el hotel es excelente en todos los aspectos, y aunque algunos pequeños problemas, como el control de la iluminación del baño que no es perfecto, son objetivos, no merecen la pena. El hotel tiene una ubicación céntrica, un hardware y un software excelentes, ¡y es muy recomendable!
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