The Gum Wall

Muchos visitantes deben visitar el mercado de Seattle, donde se llevan a la pared como marcas de cartón, aunque no es higiénico porque la epidemia lleva una boca para reducir un poco la adecuación ～

Es porque al lado de un pequeño cine, cada vez que la gente entra en la fila para comprar entradas, ponen el perfume de la boca en la pared. Hace mucho tiempo que hay más personas que juegan, y se convierte en un paisaje. Sólo se acerca, ya se ha oído el perfume de la boca llena de perfume.

El muro de la pared de la castaña de Seattle es el segundo de los cinco lugares más importantes del mundo, y el teatro del mercado de Seattle tiene una extraña tradición, aunque sucio pero interesante: un muro lleno de castañas. En los años noventa, los viajeros comenzaron a poner en fila sus azucarados en la pared, y en la década de 1990 se formó un paisaje único, colorido pero algo contraproducente. Algunos turistas valientes incluso se han desenrollado en la forma de su cacahuete. El muro de la caña de azúcar está situado en el mercado de Pike, en Seattle, Cisjordania, de 50 pies, aproximadamente 15 pies de altura. Es increíble que el muro esté lleno de miles de pies de caña de azúcar, en forma de cara, perro, corazón, símbolo de paz, etc., con 15 metros de largo, De arriba a abajo, se han extendido cinco barras de azúcar y una innumerable cantidad de agua seca.

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Chewing Gum Wall is the most disgusting scenic spot in the world. You can walk down the stairs next to the golden pig statue at the entrance of Park Market and turn left for ten meters. It used to be the outer wall of the market theatre. When the queues were waiting in the 1990s, they stuck their chewed gum on the wall. Over time, the wall became like this. Today, the wall has become a well-known tourist attraction. It is densely covered with millions of chewed gum, in all shapes and colors, and people with dense phobia are careful to enter.

Porque al lado de un pequeño cine, cada vez que la gente se ponga en la pared el perro de la boca cuando entra en la fila para comprar entradas, se convierte en un paisaje especial, y todos aquí se ponen sus propios perros en este lugar.

Es brutal pero muy divertido. Me gusta el humor americano. No pasarás demasiado tiempo aquí porque no hay mucho que hacer.