El Tribunal Penal de Dublín, la capital irlandesa, que acaba de ser diseñada por Henry J. Lyons, es un edificio de 11 plantas con 22 tribunales. Se llevará a cabo 200.000 casos al año. El diseño de edificios se divide estrictamente por uso. Jueces, testigos y acusados no se pueden ver antes de la apertura del juicio. Sólo se pueden ver en el tribunal. Y, en contraste con las salas de espera del Tribunal Penal General, los abogados y testigos entran de ambos lados, lo que ayudará más a proteger a los testigos de un gobierno irlandés más exitoso.
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El Tribunal Penal de Dublín, la capital irlandesa, que acaba de ser diseñada por Henry J. Lyons, es un edificio de 11 plantas con 22 tribunales. Se llevará a cabo 200.000 casos al año. El diseño de edificios se divide estrictamente por uso. Jueces, testigos y acusados no se pueden ver antes de la apertura del juicio. Sólo se pueden ver en el tribunal. Y, en contraste con las salas de espera del Tribunal Penal General, los abogados y testigos entran de ambos lados, lo que ayudará más a proteger a los testigos de un gobierno irlandés más exitoso.