Hotel Graffalgar

Hemos pasado en este hotel 2 noches, éramos 1 matrimonio y 3 niñas de 10 13 y 1 año. La situacion del hotel es muy muy buena, el tamaño de la habitación familiar estupendo, y contaba con 2 estancias totalmente independientes, es algo básico, en cuanto a calidades, y como centra diría que la calefacción la tiene mal distribuida, y por ese motivo una de las estancias estaba fría, mientras rn la otra el calor era excesivo, el baño sencillo en exceso resulta muy frio. El tema de la decoración, en el caso de mi habitación, la 306 totalmente inapropiada, no apta para menores, y repito, iba con 3. Pero sí hay algo que hace que sea un hotel del que siempre tendré un mal recuerdo, es por la mala experiencia que tuvimos, la primera mañana, aún no eran las 9 las niñas dormían y nosotros aún en pijama preparábamos el día, y comenzó a sonar la alarma, sin saber que era nos asomamos, y al ver a la gente bajar por la escalera de incendios bajar nos temimos lo peor, despertamos a las niñas, agarramos los abrigos, y ente llantos de las pekes salimos corriendo, hasta que en 1 pasillo nos encontramos a alguien que nos dijo que todo estaba bien, con la ala aún sonando. Al bajar, en lo que parece una recepción familiar, pregunté y me dijeron que alguien había fumado en la habitación, ni un lo siento, ni sorry, ni nada, un despertar lamentable que estropeó nuestro paso por Estrasburgo, y por este hotel.

Staff muy amable. Muy buena ubicación cerca de la estación del tren, de restaurantes y del centro.