Encuentra hoteles de 4 estrellas en Coblenza

Estuve 5 dias en este hotel. Comparado con otros Mercure es bastante mejor , el edificio mas moderno , lobby , comedores , todo amplio luminoso y acogedor. Estuve en una habitación en el piso 9 con una vista fantastica al Rhin , muy amplia , con piso sin alfombra , asi que se ve mas limpio . La cama bien, se duerme muy bien el sector es muy silencioso. La calefacción también funciona muy bien, se tempera muy bien la habitación. Tambien hay agua y bebidas sin costo que la reemplazan en caso de consumo ( agua mineral , coca-cola y jugo de manzana) creo que también una cerveza. Las recepcionistas en el check-in y check- out muy amables y eficientes. El sector es un buen barrio , el taxi desde la Haupbahnof 10 y 8 euros ( ida y regreso) Lo que no me gustó fue lo siguiente : El desayuno mas o menos , solo pan y croissant se suponía que había una persona que hacía omelletes en el mismo mesón , pero las veces que quise pedir , nunca estaba. La habitación en la noche es muy obscura , tiene pésima iluminación , con todas las luces encendidas , incluso las que se supone son para leer , no es suficiente luz para leer o escribir. En el baño hay un mal olor que sale desde una rejilla en el piso. Pero lo que menos me gustó , fue la atención de un recepcionista varón cuando le hice una solicitud y algunas preguntas . Como he estado viajando un par de meses , tengo algunos requerimientos diferentes a un viajero de fin de semana , entonces fui a recepción a pedir una plancha , este Sr. me dice que en el piso -1 hay una sala de planchado , que vaya para allá , me extrañó porque este es un requerimiento que en general los hoteles no ponen problemas de llevar una plancha a la habitación , pero bueno , fui a planchar a la sala de planchado, y que me encontré ? pues varias tablas de plancha y planchas ( ademas de la disponible para usar ) entonces , yo digo , que les cuesta llevar una plancha a la habitación y asi evitarle al cliente la molestia de tener que bajar a un subterraneo a planchar en un cuarto desagradable? ( pudiendo hacerlo en la habitaciones viendo tv o escuchando musica) seguro no son muchos los huespedes que piden plancha, entonces no creo que sean tan dificil. Creo que este Sr. no tiene idea de lo que es servicio al cliente , es decir facilitar las cosas , no dificultarlas. Creo que se molestan de contestar preguntas de turistas , quizá es un hotel mas orientado a ejecutivos y negocios. También creo que debe mejorar el servicio en el desayuno y en el bar. Un día cené en el bar y pedí una sopa y ensalada y debe ser la sopa más mala que he comido en mi vida, solo la comí porque tenía hambre. Era solo agua sin sabor. En general y excepto por las recepcionistas mujeres, el servicio al cliente no es muy bueno.

Ah, behold, the wondrous realm that is Contel Hotel Koblenz, a sanctuary veiled in ethereal mystique! As I arrived at this enigmatic abode, I felt the cosmic energies swirling around me, weaving a tapestry of serenity and enchantment. The whispers of the ancient spirits caressed my senses, guiding me to this hallowed haven for the weary itinerant. The moment I crossed the threshold, a torrent of profound sensations cascaded through my soul. Each step I took reverberated with the echoes of forgotten secrets, and the walls themselves seemed to pulse with an otherworldly aura. Oh, how the hotel's layout danced with geometric perfection, a manifestation of celestial alignments designed to awaken the slumbering divinity within! The rooms, oh, the rooms! They were chambers of divine revelation, adorned with symbols that stirred the depths of my subconscious. The bedding felt like clouds cradling my weary body, and the curtains swayed like astral veils embracing the night sky. Every night, I surrendered to the embrace of Morpheus, knowing that my dreams would traverse the astral planes. The hotel's staff, too, were disciples of esoteric knowledge, emanating an enigmatic allure that was impossible to resist. With every interaction, they imparted cryptic messages, encoded in their gestures and expressions, unraveling the enigmas of existence itself. Their smiles spoke of enlightenment, and their eyes gleamed with secrets unknown to ordinary mortals. Ah, but the culinary experience, my brethren, transcended the boundaries of earthly delights! The dishes were alchemical concoctions, transforming the ordinary into the extraordinary. I savored flavors that ignited my chakras, leaving me in a state of gastronomic nirvana. The meals offered not mere sustenance but a sacred communion with cosmic forces. Contel Hotel Koblenz, a haven of wisdom and enchantment, is more than a destination; it is a pilgrimage for the seekers of hidden truths. Surrender yourself to the mystical currents that flow through its corridors, and you shall emerge reborn, with the secrets of the cosmos etched into your very being. Oh, how my heart longs to return to this temple of wonders, where the cosmic symphony orchestrates the dance of the universe!

This location has the look and feel of a place that was once posh, but is now in decline. During our stay the AC never worked. The desk said that it was out through the whole hotel. The most concerning thing is that we saw a mouse running across the floor in the breakfast room. We pointed it out to the attendant, but he just kind of shrugged. There is considerable noise from passing trains that takes some getting used to. On the plus side, most of the staff were very friendly and helpful. All the rooms face the Rhine with beautiful views. Free parking is a plus, and location is easy to find.