Usuario invitado
23 de noviembre de 2021
En general bien, hiper céntrico, todo a mano, el recepcionista super amable. La habitación estupenda, cómoda, con paredes como antiguas, con muros de piedra, una pasada. Techos super altos que dan sensación de amplitud. Baño estupendo. Como era una habitación interior, que ya lo sabíamos, tenía menos luz de lo habitual, pero para dormir es maravilloso, y la decoración es una chulada. Acceso al hotel con código a cualquier hora. Terraza superior donde relajarte. Calle tranquila. Junto al hotel una cafetería donde se desayunaba genial, y con estufitas. Añadir que nos guardaron las maletas el último día mientras visitábamos la ciudad. Únicas pegas: yo modernizaría el sistema de las puertas, que es con llave y es un poco engorrosillo llevarla en el bolsillo, ya que va unida a una tarjeta de plástico. Y otra cosa... el día de la salida, junto al recepcionista, había una mujer que entendimos que era la dueña o similar, con una actitud con el empleado... que no nos gustó demasiado, así sin más detalles, de ahí 4 estrellas en la valoración. También se hubiesen valorado algunos que otros "amenities" más. Lo demás genial, volveríamos.