Usuario invitado
15 de febrero de 2024
Hotel estratégicamente ubicado, limpieza y desayuno rico y satisfactorio.
Lamentablemente al hospedarme en este hotel tuve que pasar una situación desagradable todos los días como por ejemplo:
-Me quedé sin agua en la habitación, la recepcionista de rasgos asiáticos me informó que sólo comprando 2 botellas de agua (que me costaron 9€ o algo así) con tono aburrido e indignado puedo tener agua en la habitación. Al día siguiente yendo a desayunar vi por mis propios medios que en el lobby del hotel tienen agua con limón de cortesía en un frasco grande.
- Información poco clara recibida de recepción.
Me perdí el desayuno porque no me informaron que el desayuno se sirve en diferentes horarios en determinados días.
- Falta de comunicación clara entre el personal de limpieza y el de recepción: secador de pelo no funcional en la habitación, cambiado a los 4 días y aún funcional en la habitación. No se pudo cambiar el secador de pelo porque el técnico solo trabajaba el lunes y el jueves por la noche noté que no funcionaba. Así que tuve que comprar un secador de pelo (48 € - No encontré nada más barato). Tuve la posibilidad de cambiar de habitación pero ya estaba cansado porque había cambiado de habitación por el ruido de la calle.
- Las habitaciones con vista a la calle, al frente del hotel, son incómodas porque al cerrar las ventanas aún se escucha el ruido de los autos en la habitación.
La única recepcionista que fue profesional y empática fue Anna y logró resolver mis requisitos mínimos.
Texto originalTraducción facilitada por Google