Usuario invitado
13 de julio de 2022
Un muy buen hotel, más aún teniendo en cuenta que la infraestructura turística en Flores es un tanto limitada. Habitaciones amplias y cómodas en torno a un precioso estanque, que dota al alojamiento de encanto. A las afueras del pueblo de Ruteng, zona de partida para explorar los arrozales y otros paisajes cercanos. El hotel tiene también un restaurante. Precios altos para la zona, pero tampoco desorbitados y con comida abundante y de calidad. En general, el hotel es una muy buena opción si se busca cierto confort. Lo más flojo, el desayuno. Cuando yo fui estaban ya agotadas varias cosas y, salvo la posibilidad de pedir huevos al gusto había muy pocas opciones