Darnok
6 de diciembre de 2021
Una maravillosa experiencia en este enclave en las afueras de Salta, para relaj**** y disfrutar del entorno natural y aroma a jazmines que impregna el aire alrededor de la propiedad. Las habitaciones, íntimas, bien decoradas, con ropa de cama excelente, perfectamente climatizadas. El baño un placer su diseño funcional, simple y elegante a la vez, con una ducha perfecta. Los espacios comunes para el deleite del afuera, la tranquila lectura en un living interior y las caminatas entre el verde de la huerta y jardín. Extensiones de campo para desandar caminando o a caballo, llegar hasta el lecho del río y ver la ciudad de salta al fondo siguiendo el curso del mismo. El restaurante de una excelente gastronomía, para aprovechar todas las comidas del día sin lugar a dudas. El Spa, algo alejado, con excelentes instalaciones en cuanto a sauna seco y húmedo. La pileta climatizada invita al chapuzón en todo momento del día, más cuando va bajando el sol en época estival primaveral. El personal siempre atento y bien predispuesto, muy amable y empático. Cordialidad ante todo. Es un lugar para una maravillosa escapada visitando Salta, para ir hasta allí y qued**** dos o tres noches sin otro objetivo que disfrutar de las instalaciones, la atención y la naturaleza. Casi no hay excusas para tener que salir y visitar la ciudad de Salta y sus encantos.