Usuario invitado
22 de octubre de 2023
Hemos pasado el fin de semana en familia, ha sido fabuloso, la desconexión ha sido total, silencio, paisaje, senderismo , la cena fabulosa con productos locales y como hacía frío sopita cliente buenísima, la decoración y la atención de Marta la propietaria, es al detalle, han reformado todo el Hostal, las fotos que hay colgadas son muy antiguas, ahora está precioso. Habitación muy bonita y con vistas al valle desde la cama, cama cómoda, baño estupendo. las toallas huelen a ropa limpia, todo limpísimo y agradable, nos prestaron secador, el desayuno, genial tostadas de pan de pagés, mermelada casera riquísima, mantequilla, embutidos locales, café con leche y napolitana calentita de chocolate, jardín precioso con mesas. Wifi gratuito. Parking para clientes amplio. Volveremos.