Usuario invitado
23 de abril de 2023
Una experiencia diferente. El alojamiento esta bastante bien. Las habitaciones de precio standard son amplias, con televisión plana grande, dos camas amplias, lavabo completo i limpio. Permiten la estancia de perros pero con un suplemento de 12 e por noche, cosa que es de agradecer porque cuesta encontrar sitios donde puedas llevarte la mascota. Se pueden bajar tanto en el almuerzo como en la cena, pero nosotros no lo hicimos. La media pensión correcta, aunque el menú de la noche bastante limitado. Por lo que respecta al almuerzo estuvo mejor que la cena pero muy justo, ya que, como en nuestro caso, al bajar un poco tarde casi no quedaba nada y casi no pudimos repetir. La valoración final en general es buena. es recomendable para pasar unos días de descanso. La atención del personal de recepción como las camareras fue buena, nada que decir. Puntos a su favor es que no se oyen las campanadas del monasterio ya que las ventanas son de doble cristal. GENIAL.