Hoteles cerca del Museo Atlántico Underwater Museum, Playa Blanca

Hotel único en la isla. Ubicación excelente con la mejor infinity pool que he visto nunca. Habitaciones amplias y muy cómodas. La limpieza de 10 y la atención de las camareras de piso fantástico. Los restaurantes a la carta tienen una variedad fantástica y la cálida de la comida y el servicio es de 10. El desayuno preferred es una maravilla, la atención es estupenda, siempre con una sonrisa y con atención a los detalles, la oferta de productos muy variada. Sin duda un hotel para pasar unos días inolvidables

Ubicación muy buena, con mucho sitio para aparcar el coche y a 5min andando a la playa Dorada que es una playa super tranquila y sin olas. En relación al hotel, la habitacion es muy amplia y completa, igual que el baño con amenities, albornoz y toallas muy suaves. En cuanto al bufet. Nos alojamos en Media pensión. El desayuno es genial, mucha variedad y calidad. El bufet de la cena ya no podemos decir lo mismo, es mediocre, repetitivo y si vas a última hora (a partir 20:45h) los postres ya no se reponen. Durante dos dias (coincidiendo con que el restaurente italiano estaba cerrado, que por cierto está bien para comer pizza o pasta) se formaron grandes colas para acceder a la cena (en la franja 20:30-21:00h) , te hacen dar la vuelta y cuando hay una mesa libre te avisan. Le preguntamos a la recepcionista del comedor (la maitre) que si debido a esto alargarían el bufet más rato para tener tiempo de comer tranquilamente (el bufet cierra a las 21:30h es decir a las 21:35h empiezan a recoger la comida) , nos contestó muy desacertada que no, que era nuestro problema venir a esta hora puesto que el bufet está abierto des de las 18:30h y que teníamos tiempo de sobra si hubiéramos venido antes. No encontramos un comentario acertado por su parte. La pregunta es: Quien cena a estas horas? Efectivamente, horario del bufet adaptado 100% al turismo extranjero, el hotel debería mejorar esto, por lo menos alargarlo 1/2h más como hacen otras cadenas hoteleras y otros hoteles de la cadena como el Rubicón. Igual que los shows nocturnos, empiezan a las 21:30h, horario en que los españoles todavía estamos terminando de cenar. Los cocteles y bebidas del Bar son de calidad. La piscina tambien necesita una remodelación, sobretodo el suelo, que está lleno de parches de pintura saltada. Estamos hablando de un hotel de 4 estrellas que debe estar a la altura para adaptarse al precio pagado por noche, que no es barato. En conclusión, el hotel está bien en términos generales pero tiene que intentar adaptarse a todos los clientes, se nota que el hotel vive del turismo extranjero y que les brinda todas las facilidades posibles pra que se sientan bien atendidos y regresen en un futuro, cosa que con el turismo local, no hay esta misma sensación.

Conocimos al anterior director a Oscar Pubill. Era un tipo correcto, buen gestor y agradable. Probablemente el hotel era más señorial, como lo era el director, pero lo cierto es que ni siquiera recuerdo su nombre. Sin embargo, la llegada de Oscar aportó algo que el hotel no tenía. Vínculo con los clientes. Con él y a través de él pasamos de ser simples huéspedes a sentirnos como amigos. La primera vez que hablamos con Oscar fue en una situación inesperada: mi mujer se puso enferma. No fue nada grave, solo un poco de fiebre y malestar. A pesar de eso, ella bajó a cenar con nosotros, aunque no tenía hambre, solo por estar allí. En cuanto se enteró, allí se presentó Oscar, el director del hotel, a interesarse personalmente, por su estado. Con su carisma arrollador, hizo que el jefe de cocina viniera a ver qué podía prepararle. En apenas cinco minutos, nos sirvieron un delicioso caldo de pollo para que mi mujer pudiera cenar algo. Ese día Oscar nos conquistó. Pero eso fue solo el comienzo. Oscar siguió ganándose nuestro cariño cada día, y en cada una de las estancias que hemos tenido en el Princesa Yaiza desde hace más de una década. Con el tiempo, nos empezamos a convertir en algo que no esperamos de un hotel, amigos. Y aquello dejó de ser un hotel, empezó a convertirse en nuestra segunda casa. Hoy podría decir el nombre de más de 30 empleados del hotel y de algún detalle bonito que cada uno de ellos ha tenido con nosotros. Esa es la huella de un gran director y de un gran equipo. Estas vacaciones han sido las primeras sin Oscar en muchos años y el equipo que ha quedado todavía mantiene esa esencia. Hay grandísimos profesionales delante de esas mejores personas. Pero el espíritu no es el mismo. Tampoco me extraña. Yo, si estuviera en esa situación, viendo que han apartado a alguien del talento y carisma personal de Oscar, alguien que se entregó al hotel y a sus clientes, pensaría que cualquier día puedo ser el siguiente. Por tanto, me parece injusto haber apartado a Oscar del hotel. Pero también me parece un error. Una persona que es capaz de convertir clientes en amigos nunca es un problema. Es un activo valiosísimo, por lo que su salida del grupo me parece una decisión poco inteligente. Lo que hemos visto este año, es que el hotel sigue funcionando bien. Pero la tensión del personal por mantener la excelencia en la hospitalidad ha disminuido, y la gestión de recursos ha empeorado. Un ejemplo claro es que, de los tres restaurantes buffet, dos han estado cerrados durante las cenas. Esto, sin duda, es una señal de que algo no está bien. Oscar, gracias por todo lo que has hecho por nosotros. Estoy seguro de que, donde quiera que vayas, volveremos a vernos y darnos esos abrazos que cada año nos hemos dado. ¡Te queremos! P.D.: Y no somos los únicos clientes que lo dicen

Repetimos este año en este hotel porque el año pasado quedamos encantados con todo y todos pero haciendo comparativa tengo que señalar varios aspectos negativos que creo son importantes para su mejora. Este año la limpieza de habitaciones ha sido bastante deficiente de hecho en una ocasión hasta tuvimos que decirlo porque era demasiado llamativo y Alexa como siempre, lo solucionó inmediatamente. Nos explicaron a la llegada un aspecto nuevo que habían incluido sobre el ahorro de la limpieza y si lo cogías te bonificaban con 10€/día para gastar en hotel y menos mal que no lo cogimos porque de por sí no limpiaban a diario. De verdad que ésto ha sido lo peor de todo. Otro aspecto muy importante ha sido la animación, muy mejorable, ya que ha sido prácticamente nula teniendo aparentemente más personal respecto al año pasado que había solo una animadora y el dj, la cual tenía una energía y buen rollo que lo transmitía a todo el mundo. Ha sido de verdad penoso ya no sólo que no hubiera algo de música que ambientara la piscina, sino con los niños que realmente, no han tenido actividades con las que entretenerse. La verdad es que lo que más se agradecía de la piscina es ver el buen rollo y la paciencia máxima que tiene Natalia, es encantadora. Luego los espectáculos son repetitivos sólo música y el año pasado habían de diferentes tipos como de magia que llamaba mucho la atención a todo el mundo. Quiero destacar aspectos positivos que como siempre parece que gracias a ellos tienes ganas de volver a ir al hotel de nuevo, como son el personal que nos han tratado una vez más de maravilla y quisiera tener una mención especial a Jorge quien como siempre tiene una actitud muy cercana, a Marlene que cuida al detalle todo lo que hace y siempre está a disposición del cliente, al igual que Joana, aunque esta vez hemos coincidido poco con ella. En restaurante en el desayuno Brayan muy dispuesto siempre y super amable, para las cenas a Bea que fue encantadora, a Loren que aunque sea muy joven tiene una madurez y dulzura alucinante y a el tándem que forman Andrés y Jorman son geniales y que atienden fabulosamente bien y crean un ambiente estupendo. Y cómo no, cuando fuimos a la Llama la atención por parte de Daniel que es super cordial y muy profesional, nos recibió de maravilla junto a Daniel que nos sirvió muy amablemente y nos aconsejó varios sitios para visitar. Por último señalar que la comida que se sirve durante todo el día es fabulosa al igual que la variedad.

De la ley del suelo hotel familiar y maravilloso unas piscinas para niños estupendas con unos toboganes y zona infantil y dos piscinas grandes maravillosas el sitio está cerca de playa blanca 5 o 10 minutos caminando y la gente muy agradable solo por poner un defecto que había mucha gente extranjera y pocas horas de entretenimiento para las niñas aunque las monitoras sevillanas eran unas chicas estupendas y maravillosos como el recepcionista Andrés que era muy simpático y agradable los apartamentos están especialmente bien con su cocina sofá cama muy cómodo y habitación cuarto baño completo y un bonito balcón la verdad que repetiríamos sin dudarlo un hotel calidad precio muy muy bueno

Hemos pasado allí la última semana de junio, estuvimos 9 personas y quiero destacar la amabilidad y profesionalidad de todo el personal. La implicación del servicios de cocina para poder ofrecer el máximo de alimentos a mi hijo que tiene muchas alergias alimentarias, fue excepcional. Nos dio una seguridad y una tranquilidad estar en manos de Olga y Paco, los jefes de cocina del hotel, que no tiene precio. Sin duda volveremos, hemos disfrutado muchísimo.

Excelentes instalaciones y un personal magnífico . Todos son amables y siempre con la sonrisa puesta. Animación constante en las piscinas como en los bares. La limpieza de las Habitaciones muy buena. La comida está enfocada para el turista inglés, deberían enfocarla más al turista español al igual que las animaciones.