viajera1715
4 de septiembre de 2021
La situación es muy buena, muy cerca del Louvre y pegado al Palacio Real, con un Carrefour delante y otra pequeña tienda de alimentación al lado, también restaurantes, uno asiático con mucha fama que tenía cola todos los días. El hotel es muy tranquilo y silencioso, no se oye ningún ruido por lo q el descanso está garantizado, la habitación acogedora, limpieza regular, a la llegada había una mancha de vino derramado dentro del armario en una balda sin limpiar, un ticket dentro de la caja fuerte q no era nuestro y algún pelo x la bañera. Dispone de cafetera y jarra eléctrica para calentar agua con infusiones y cafés en la habitación, baño amplio con bañera, lo único que se echa en falta es alguna repisa para apoyar neceseres y otro gancho para las toallas. Personal de recepción amable pero no hablan español. En el desayuno tampoco hablan español, el desayuno es servido en mesa pero es variado y está bien ( pan, mantequilla, miel, mermeladas, bollería, cafés o cacao, zumo de naranja, queso, jamón York y fruta), además te dan también un botellín de agua. Lo recomiendo si el interés es estar cercano al Louvre y alrededores.