Hotel Scarlett

Lo mejor de nuestra estancia fue el recibimiento de Raf quien nos entendió perfecto, lo que deseamos entendimos y hablaba algo de español, un chico muy amable, sin embargo como eran apenas las 11 am no pudimos hacer el check Inn y por la tarde nos atendió otra chica que nos cobró por adelantado los impuestos y nos hizo que abriéramos un voucher por 90 euros aunque no queríamos, lo peor: el check out, otra chica que nos atendió sumamente grosera se enojaba porque no le entendíamos y nos decía que no habláramos cerca de ella que nos fuéramos, nunca había conocido a alguien que prestara un servicio y que fuera tan grosera, según nos ayudaría a conseguir un taxi al aeropuerto pero por lo grosera mejor nos salimos a conseguirlo y fue mucho más rápido de lo esperado, no recomiendo este hotel para nada, o bien que su personal cuente con actitud de servicio como Ralf, no pongan a gente grosera que nos humilla por no hablar francés, a reserva de ella todos en Paris fueron amables, es una lástima que crean que nos hacen un favor cuando pagamos el hotel y nada barato, el favor por escogerlo lo hacemos nosotros y tuvimos un trato denigrante que no merecíamos

El hotel en general bien, aparte del desayuno que tenías que pagar el café aparte y bastante escueto. Lo que más me molesta es que hace un mes que he terminado mi visita a París y aún no me han devuelto la fianza. Al principio que si eso tarda unos días, que no se preocupe que lo tendrá… lo dicho, un mes y todavía no me han devuelto los 90€ de depósito. No paro de enviar emails y directamente ya ni contestan. Un fiasco en esta parte.

Estuve siete noches a finales del mes de agosto. Reservé una habitación un poquito más grande porque los comentarios decían que las normales eran demasiado pequeñas y fue un acierto. Si llegas desde Orly, en taxi cuesta unos 25-30e , para varias personas merece la pena porque te ahorras autobuses y trenes y en unos 40 minutos estás en el hotel. El ascensor te deja en el entrepiso y debes bajar o subir unos peldaños con la maleta, no es lo más cómodo pero se puede salvar perfectamente. El personal te atiende muy bien, son amables, simpáticos y profesionales, me ayudaron en todo lo que necesité. La habitación silenciosa, muy limpia, ventilada, con cama comodísima (muy muy cómodo el colchón), sábanas muy suaves. No cambian las sábanas hasta que no te vas, eso sí (manché la colcha de chocolate y la mancha estuvo ahí mirándome toda la semana) . La habitación daba a la calle y tenía dos grandes ventanales. París es París y hay ruido de coches y de gente, pero lo habitual, lo normal en cualquier ciudad. El suelo de la habitación y de las escaleras es moqueta (¡ojo a los alérgicos!). El baño recién renovado, moderno, funcional y bonito. Toallas limpias que cambian todos los días, no hay toalla de manos, sólo grandes de baño. El agua caliente sale perfectamente y te ponen amenities de baño según vas necesitando. También tiene secador de pelo. El armario es muy pequeño, si es para dos personas se queda un poco justo, para una persona, es perfecto. Tiene mini-frigo con aperitivos y bebidas de pago, yo no lo usé. También tiene caja fuerte, que tampoco usé. La parada de metro Pyrénées está a 5 minutos andando y pasa la línea 11 que está directamente comunicada con el pleno centro de la ciudad, y en su trayectoria tiene muy buenas combinaciones. El barrio es joven, animado, con muchísimos restaurantes de todo tipo alrededor. Dos grandes parques muy cerca. Sensación de seguridad en la calle, yo volví sola dos noches y en ningún momento tuve sensación incómoda, al contrario. Es un hotel que está muy bien en general. La relación calidad-precio, teniendo en cuenta que estamos en París, que es una cuidad cara, es adecuada. Yo volveré seguro.