Usuario invitado
13 de julio de 2021
La primera impresión no fue muy buena porque el encargado que nos atendió no llevaba mascarilla para cumplir con las medidas de seguridad del Covid-19. Sin embargo, ella fue muy amable, relajada y nos ayudó a cambiar de habitación de una habitación doble a una triple sin cobrar ninguna diferencia de precio. La habitación, con baño privado, estaba limpia, era básica pero tenía aire acondicionado y TV de pantalla plana. El albergue estaba situado en el corazón de Olot y cerca de muchos bares, restaurantes y de la estación de autobuses. Aunque nuestra habitación daba casi a la plaza principal, era muy tranquila por la noche para dormir. Hay un ascensor y un bar/restaurante en la planta principal. En nuestra opinión, hubiéramos esperado mucho más por el precio que pagamos (como un desayuno incluido o muebles más bonitos), por lo que probablemente nos quedemos en otro lugar si alguna vez tenemos la oportunidad de visitar Olot nuevamente.
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