Usuario invitado
11 de octubre de 2022
Pésimo trato por parte del dueño del hotel , al mínimo comentario te indica que no vuelvas nunca más a su hotel. Si se llega después de las 6 de la tarde te atienden de mala gana telefónicamente para darte unas claves de acceso, lo mejor es no llevar coche porque lo del garaje es bastante surrealista, la entrada la tienes en la calle paralela donde tienes que dejar el coche y dar la vuelta a la manzana y entrar por por el bloque de apartamentos, donde están las habitaciones en una especie de apartamento compartimentado en habitaciones para abrir el garaje, surrealista... Hay que subrayar también el caro ( por pésimo ) desayuno, parco y básico, queso en lonchas, jamón serrano, pan – que deja mucho que desear para lo bueno que está en la zona – y unos cruasanes pasados de día, el cafe mejor ni probarlo, malo y frio a pesar de estar en un termo. Todo hay que decirlo; las sabanas y las toallas son buenas y la limpieza no está mal. En definitiva, un fracaso de trato al cliente y de prestaciones. Un dueño que debería cambiar de oficio.