Usuario invitado
14 de septiembre de 2023
Acabo de volver a casa después de haberme hospedado en Roso, y sin duda ha sido la mejor experiencia en mi visita a la ciudad de méxico. El hotel es pequeño y acogedor, con un gusto impecable en su interior, la parte exterior es solo una pequeña prueba de la maravilla que encontrarás al entrar. El staff es súper servicial y amable, están atentos a cumplir todo lo que se te ofrezca y siempre de buena manera. Siempre hay un guardia en la puerta, lo que nos hizo sentir bastante seguros. El desayuno no pudo estar más rico, el incluido en la tarifa es ligero, perfecto para empezar el día junto con un café y la frescura de la mañana en esa bella terraza. Los platillos a la carta siempre tuvieron un toque delicioso. La limpieza en nuestra habitación era impecable y siempre tenían la amabilidad de preguntar si queríamos que se realizara y respetaban si no lo solicitábamos, todo el hotel incluyendo nuestra habitación olía muy rico, no puedo pensar en lo bien que la pasé ahí sin recordar el aroma tan rico. La habitación era bastante amplia para dos personas, la cama estaba demasiado cómoda y ofrecían varios snacks mexicanos que le daban un plus a todo lo demás. En fin, gracias Roso Guest House por regalarme una bonita y amena experiencia.