Usuario invitado
23 de octubre de 2023
El hotel es un palacio precioso en medio de campos de olivos y viñedos, estampa clásica de la región. Cuidan todo tipo de detalles durante la estancia, desde la recepción hasta la despedida de huéspedes. Personal muy amable, aunque cometieron algunos errores, perdonables, no propios a la categoría del hotel: - Entraron en la habitación para dejar el equipaje sin llamar. - Derramaron un Aperol Spritz completo sobre mi mujer. La habitación es amplía y acogedora, con vistas al valle. Decoración acorde con el resto del hotel. Baño amplio y con todos los amenities elaborados en la finca. Como detalle de bienvenida fresas y una botella del vino tinto de la propiedad, Rosso del Guardia. Desayuno correcto, con productos locales y de la finca, con cocina en el momento. No nos dio tiempo a hacer uso del spa, incluido en el precio de la habitación. Tampoco de la piscina, de tipo infinito, con vistas al valle. El hotel organiza distintas actividades en la finca, desde catas de vino y elaboración de productos como clases de cocina y pintura, de pago. Si quieres disfrutar de ellos, deberás limitar las excursiones a las mañanas. El precio por habitación es de casi 500€ por noche, quizás un poco caro comparado con otros hoteles de estilo y categoría similar en los que nos hemos hospedado, pero estás en la Toscana.