Estaba en San Pablo y decidimos visitar Santos y aprovechar el Sheraton que no conocíamos a precios accesibles, que no tuviera vistas panorámicas al mar me resultaba extraño. Resulta que es un edificio dentro del complejo Praiamar, que ocupa más de dos manzanas, en una un Shopping importante con buenas marcas, buena plaza de comidas, un enorme Carrefour y cuatro pisos, que se une a la otra manzana por un corredor aéreo y ascensor para el público. La manzana del Sheraton tiene un gran restaurante de Outback, residencias Praiamar, oficinas donde administran todo el complejo y un conjunto de edificios de lujo que tienen toda la vista panorámica del mar. Una grata sorpresa la rambla de Santos me pareció estupenda, la playa bastante buena, excelente para caminar, son más de siete kilómetros, mucha sombrilla, muchos comercios sobre la playa, mucha gente, pero muy segura. Delimitada en zonas, una para bicicletas y peatones, luego vegetación, canteros con flores todo muy cuidado y por último la playa, más de 200 mts. para llegar al agua y por supuesto gente muy divertida. El hotel excelente, buena atención especialmente por Marriott Bonvoy, upgrade habitación en esquina piso 15, gran capacidad, buen diseño, buen tv y baño enorme. El desayuno excelente, me encantó la calidad del Capuccino, el café y el chocolate de excelente calidad, el restaurante bueno de comida portuguesa, buen estacionamiento con valet parking y a 300 mts de la playa. Prontos para volver !!!