Usuario invitado
6 de junio de 2023
Este hotel boutique tiene la ubicación perfecta: el casco antiguo, pero sin prisas ni ruidos (¡tranvías!), entre la plaza principal y el distrito de Kazimierz. A poca distancia a pie de las principales atracciones, restaurantes y pubs. El lugar en sí está impecablemente limpio y el personal es muy amable y servicial. Habitaciones de buen tamaño, excelentes cuartos de baño con calefacción por suelo radiante. Servicio de limpieza diario (puedes optar por no participar), té/café y agua embotellada (con o sin gas). Azúcar sí, leche, no. Las comodidades habituales: secador de pelo, caja fuerte y nevera. Ocupábamos la habitación del patio, que estaba oscura y teníamos que usar lámparas incluso durante el día. Puede ser molesto para algunas personas, personalmente no me importó, la mayor parte del tiempo estábamos fuera de todos modos. El hotel ofrece servicio de desayuno, pero no lo utilizamos. También hay sauna. Por la ubicación y el precio (si se reserva con mucha antelación), recomiendo este hotel.
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