Usuario invitado
31 de agosto de 2023
Dormir en un templo budista es una experiencia muy recomendable si visitas Koyasan. Ekoin tiene unas habitaciones preciosas, muy espaciosas, de suelo de tatami y con vistas al jardín. Los monjes son los encargados de colocar y retirar los futones y de servir las comidas en las habitaciones. Solo sirven comida vegetariana, y a diferencia de otras reseñas que hemos leído por aquí creemos que sirven bastante cantidad, así que con hambre no os vais a quedar. Los espacios comunes están muy bien cuidados y transmiten paz. Los baños son compartidos y tienen también un pequeño onsen donde relaj****. El personal fue muy amable y servicial en todo momento. Participamos en la meditación de la tarde, en la oración de la mañana y en el ritual de fuego. Es increíble poder vivir en primera persona todos los rituales de los monjes. He leído por aquí que está orientado al turista y es cierto, pero es una oportunidad única de participar en sus costumbres diarias. A nosotros nos gustó mucho la experiencia! Koyasan tiene una magia especial, es un lugar que no os podéis perder si viajáis a Japón!