Aranchela
2 de agosto de 2021
En primer lugar, es justo destacar lo bueno del lugar, es precioso y el entorno muy tranquilo. En principio el trato fue cordial y agradable y las instalaciones estaban en buen estado. Sin embargo pese a ello no llegamos ni a pasar una noche y pensábamos quedarnos tres. Los motivos son los siguientes: Primero y principal, fuimos con nuestra mascota, un perro, nos dijeron que debía estar agarrado en todo momento, y así estuvo. Nos dijeron que tenían tres gatos allí, y así era. Lo que no nos dijeron es que no tenían ningún lugar habilitado para poder soltar un poco a nuestro perro como por ejemplo un Pipican aunque fuese pequeño. Lejos de tener una zona habilitada su sugerencia era que lo sacásemos a pasear fuera del recinto, entre un "apasionante" campo de olivos. Tampoco nos dijeron que aunque nuestro perro tenía que estar atado todo el tiempo, sus gatos podían vagar por donde quisieran, incluso la puerta o la ventana de nuestra habitación. No había bebederos, ni comederos ni nada que indicase que nuestra mascota era bienvenida en ese lugar. Por ello recomendamos NO IR CON PERROS de ninguna manera. Eso en cuanto a nuestra mascota. En cuanto a nosotros la cosa fue algo mejor pero también hubo problemas. Aunque de manera muy amable, se nos sugirió cosas tales como; cuándo debíamos poner el aire acondicionado, cuestionar el hecho de que quisiéramos ver la televisión en una zona comunitaria (ya que en la habitación no hay, aunque pone que si) Incluso, ocurrió algo nada común, como el hecho de que nuestra anfitriona entrara con nosotros al dormitorio, llegando a sugerir dónde debía dormir el perro. (sin tener un sitio habilitado para ello, de nuevo). El tour de “normas" de la casa duró algo más de media hora, aunque le dijimos que veníamos muy cansados de un viaje largo por trabajo. Añadir también el mal olor de los desagües en la parte de la piscina. Cuando decidimos irnos, nos dijeron de muy mala forma que teníamos que pagar la reserva completa (a pesar de no haber dormido ni un día allí). También nos dijeron que esa era la política de reserva, y que había que pagarla íntegra sin haber recibido nosotros ningún recibo o factura, ni por supuesto, haber pagado nosotros, ni haber sido informados de esa política suya. La situación fue realmente tensa e incómoda. Llegando a burl**** de nuestra marcha.