Usuario invitado
10 de enero de 2024
Encontramos este hotel de casualidad, y ha entrado por derecho en nuestra primera opción para cuando volvamos a Granada. La habitación, muy espaciosa, acogedora, la cama súper cómoda, multitud de detalles como mensajes positivos, botellas de agua o cafetera en la habitación, nevera, caja fuerte, decoración tematizada, el cuarto de baño con bañera, secador de pelo y jabones Rituals para mano, cabeza, cuerpo y loción corporal. Objetos desechables como peines, pañuelos, una esponja para sacar lustre a los zapatos, un costurero, ¡UN COSTURERO! De todo. Hasta paraguas de cortesía en la puerta del hotel por si llueve cuando vas a salir. Y por si aún así necesitas algo o tienes alguna petición específica, tienes a tu disposición personal altamente cualificado para atenderte, en español o inglés según pude oír, siempre con una sonrisa y con la mejor de las actitudes. Nosotros con quien coincidimos fue con Marina, que nos atendió maravillosamente, interesándose por nuestra estancia y por cómo nos había ido durante el día. Parece una tontería, pero son cosas que gustan. Y, por supuesto, dejándonos claro que estaba a nuestra disposición para lo que pudiésemos necesitar. Un diez para ella. La zona, fantástica. En todo el centro. Ah, se me olvidaba. Una terraza súper chula, con vistas a la Alhambra y a Sierra Nevada. Es que no le falta un detalle. Acierto total.