Hoteles cerca del de Bijgaard, Gante

La habitación es limpia, el equipo de la habitación es bueno, hay un sofá largo que puede abrir y un refrigerador. El equipo de lavar la ropa es bueno, pero no ofrece lavavajillas, no hay platos con champán en la mesa de lavabo, con líquido de lavado de manos, lavavajillas y lavavajillas. La taza de la boca es una taza de papel única, y los dientes están inestables. No pienses en los remolques. Es difícil encontrar la puerta principal y no es absolutamente la apariencia del hotel que se muestra. Las fotos de Trip.com son muy engañosas. La imagen siguiente es la apariencia real del hotel.

Comodísima habitación; tanto que nos olvidábamos de levantarnos. Buena insonorización -llegamos para el ultimo fin de semana de un sonoro festival musical de verano, no precisamente de Mozart, y la habitación aguantaba el estruendo de los escenarios callejeros. Habitación muy amplia, con un cómodo escritorio y hasta una sala de estar. La internet corre bien y es gratis, sin más trámite. El edificio es formidable: un ancien correo del siglo XIX de estilo neogótico, reciclado, en el centro turístico de Gante. Sus pasillos pintados de negro son una una audacia humorística: usted puede ser un vampiro o su víctima. Los pasillos tienen ventanas y las vistas son atractivas. Durante el día, ningún vampiro lo atacará. La toilette -digamos: la ducha y el aseo- está en un píso superior. 21 escalones arriba de una escalera helicoidal hecha de hierro. Allí falló el arquitecto. Hay un zócalo de acceso con el que tropecé los 5 días de hospedaje y una viga de hierro (estructural) con la que me golpeé la cabeza indefectiblemente. (Y no soy taaaan alto).Incluso me resbalé en los últimos tres escalones. Tal vez alguna silicona antideslizante y una lamparita al nivel del zócalo resolverían parte del problema. El retrete, por suerte, está en el piso bajo. Son los únicos e irremediables defectos. Todo el resto es fantástico. El personal es amable y -diría- hasta muy simpático. (Son flamencos, no olviden.) Pero... nos toco llegar al atardecer, durante el populoso festival. La puerta principal de acceso al hotel estaba clausurada y tapiada. Había otra entrada, inhallable. Cuatro veces dimos la vuelta manzana. Y , como la planta baja del edifico incluye un supermercado, nos la pasamos yendo y viniendo. Y subiendo la escalinata que llevaba al supermercado, que en ese momento funcionaba de platea de un show. a la cuarta vez, ya cuando parecíamos performers dedicados a molestar al público (tuve un incidente con una mujer) un colombiano muerto de risa me dijo: ¿y por qué no llamas al hotel? Eso hice. El recepcionista me orientó bien. Encontré la puerta, que era como la puerta de la plataforma 7 1/2 de Harry Potter. Nadie bajó a abrirnos. El recepcionista estaba sólo, en el primer piso. Por el precio del hotel, nos merecemos un maletero. ( y me shorro contarle la entrada por la puerta principal), Aun así, el hotel es excelente.

El hotel es muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy agradable, muy El hotel dispone de un garaje de estacionamiento bajo el hotel y puede aparcar allí por una tarifa nocturna. El servicio no fue bueno. Cuando me inspeccioné no había absolutamente ningún reconocimiento de mi estatus de Embajador Elite y no se me explicó ningún beneficio de ese estatus. Pregunté por una actualización de la suite, y la chica que me estaba examinando estaba bien pero otra chica (largo y recto cabello marrón) gritó del otro lado del contador de una manera muy ruda diciendo que ya se encargaba de ella Nos encontramos en la habitación, no era una suite, así que no se encargó de ella. Cuando pregunté si nuestras llaves seguirían funcionando, ella me miraba como si fuera un ***** y dijo que se encargaba de ella. Ella no - tuvimos que recuperar nuestras tarjetas la mañana siguiente, y no tenían ninguna nota en el sistema que antes pedimos para un chequeo tardío. Se sentía completamente inprofesional- si el otro socio quería responder mis preguntas o gestionar mi cheque en el proceso, podría haberlo hecho fácilmente paseando por ahí y teniendo una conversación profesional y agradable conmigo no gritando y cortando El hotel está muy bien, pero no es un hotel de vacaciones. Ni la chica que pretendía haber tomado cuidado de todo, ni la chica que nos comprobó explicaron nada sobre las percas, y me sentí tan frustrada (sobre la cruel interacción) cuando me entregaron mis llaves que ni siquiera pregunté. Después, subí a la mesa y expliqué la situación a un compañero masculino que estaba allí, que no podía haber sido más amable, disculpante y bienvenido. No hay salón, así que nos dio dos copos de bebida, y dijo que en el restaurante se incluyeba un desayuno bufé. El hotel está situado en el centro de la ciudad, donde se encuentra el centro de la ciudad. Me quedaría aquí otra vez con un bar muy bajo para servicio desde el escritorio delantero.

Leuke ambiance, kamer was wel erg klein als luxe kamer (begane grond) en we hadden een terras uitkijkend op grof vuil op de binnenplaats ( ook zaten er nog sigaretten in de asbak buiten ) Gezien de tijd van het jaar was het uitzicht voor ons geen probleem . Misschien tip voor hotel om afval achter een schutting te plaatsen . Kamer was ook best koud , volgende keer nemen we pantoffels mee. Heerlijke douche , mooie badkamer. Heel vriendelijk personeel. Leuke aankleding , heilige hoekjes met een knipoog. Uitstekend ontbijt in mooie zaal, erg uitgebreid. Ook in de ontbijtzaal was het was fris, vooral aan de raam kant maar goed je kan je er op kleden.Ligging is perfect !!! Een aanrader ondanks wat puntjes!

Arrivamos al hotel con mi Sra. Y no fue la mejor experiencia. Habíamos reservado una habitación deluxe con Balcón y nos dieron una habitación Standard. Algo pésimo para haber pagado 300 dólares la noche. Bajamos a recepción y le consultamos a la chica si esa era la habitación que habíamos reservado ya que no coincidía con la foto y nos dijo que el hotel estaba lleno y que esa habitación era la correcta. No nos gustó nada el trato. Luego de descansar un rato salimos a dar una vuelta y al regreso había otra persona en recepción y nos quejamos nuevamente por la habitación asignada. Le mostré al Sr de recepción la foto y este enseguida busco solucionar el tema. Rápidamente nos encontró una Suite ( es decir nos dio un upgrade), lo que cambió totalmente el panorama nuestro sobre el hotel. Pagar 300 dólares para recibir una habitación standard no molestaba muchísimo. Pero bien, tuvimos la suerte de encontrar luego alguien que se preocupo por el cliente y nos dio una excelente solución. El hotel está a 4 cuadras de la ciudad antigua de Gante. Edificio señorial con buena ropa blanca. Tienen la diferencia de incluirte lo que estaba en el mini bar. Desayuno bueno, aunque si llegas tarde puede que se queden sin alguna cosa. Es una buena opción en Gante

Bien de precio para ser Bélgica. Más barato que los hoteles en Bruselas. Buena ubicación de la estación de tren, como 5min andando. El centro ya queda algo más alejado, como 20-25min andando pero el tranvia que se coge a la puerta te deja en el mismo centro. Habitación grande y cómoda. Muy amable la gente de recepción, donde se te da recomendaciones de la ciudad (con una guía en papel donde explicaba todo)

Hotel funcional con sistema de domótica que nos ha dado problemas y no han podido (o querido) solucionar. La temperatura máxima que podíamos conseguir en la habitación era de 23 grados cuando queríamos 25 grados. Hemos llamado a recepción y después de dos visitas a la habitación, nos han dicho que no había nada que hacer. Todas las habitaciones están a 23 grados; inconcebible que no puedas elegir tú la temperatura a la que quieras estar. Y cómo toda solución, surrealista, nos han traído radiador; de locos.

Muy bien, vendrá la próxima vez, el ambiente es bueno, las instalaciones están llenas, deje que los colegas ayuden a reservar con anticipación, gracias al colega, empecemos sin preocupaciones, los hoteles extranjeros son muy diferentes a nosotros, no mucha gente, Muy casual , es decir, el trabajo está ajetreado, o si no quiero vivir unos días más. Gracias por tu servicio al cliente.

When it comes to thinking of places to visit in Belgium, the town of Aalter in East Flanders, probably isn't the first place to spring to mind. Granted it doesn't have the charm of the Belgian coast, or the bustling hubbub of the larger, more tourist-oriented attractions, but its central location halfway between the cities of Gent and Brugge make it an great place from which to explore. The 4-star Best Western Hotel Orchidee in the center of Aalter provides an ideal base where you can plan your explorations. Aalter train station is a 15 minute walk away, and from there you can catch one of the regular trains to Gent or Brugge, with either journey taking half an hour. Alternatively, as the E40 motorway is just a few hundred meters from the hotel, both cities are accessible by car in around 20 minutes. I stayed at Hotel Orchidee for 3 nights just after Easter, 2022. The earliest check in is 2pm, and so this was the time I designated upon booking. (A word of caution for those hoping for a late check in. The reception desk closes at 11pm.) I arrived at the hotel at 2:05pm and was greeted by Piet, the hotel manager, who told me that my room would be ready in 10 minutes. There are several facets that I would expect from front of house staff - especially the manager - of a 4-star hotel. One of these is that they should be well groomed, besuited preferably, but nevertheless tidy in appearance. After all, they represent the hotel, a guest's first impression of what they might expect; and as the saying goes ”You don't get a second chance to make a first impression.” My first impression of Piet was that he was someone for whom sartorial elegance was not a phrase he was familiar with, with one too many buttons open on his creased shirt and apparent indecision on whether said shirt should be tucked in his trousers or not. Still he was amiable enough and pointed to the spacious, well-appointed bar off to the right of reception, where I could wait for my room. Whilst waiting, in addition to noting that the bar staff were better attired than the manager, I had time to peruse the menu, and discovered that a hungry guest could choose from crisps, nuts, a plate of cheese and salami, or a Croque Monsieur. Not exactly what I would expect from a 4-star hotel kitchen. I would later discover that the reason for this limited dining experience is due to the fact that the hotel does not employ a chef. Piet the manager is apparently chief, cook, and bottle washer, which probably explains why room service is not offered. My room was on the second floor overlooking the car park (which incidentally provides free parking, except on Saturdays when the Farmers Market is held), and no fewer than six bottle banks that are almost constantly in use throughout the day. If, like 1970s singer-songwriter Nick Lowe you ”love the sound of breaking glass”, this will make you feel right at home, otherwise it's somewhat irksome. The room was spacious enough, clean, with modern decor and