Usuario invitado
8 de octubre de 2021
Había ido antes de la pandemia y la comida era correcta. Nada que ver con lo de ahora. Precio menú 13,90, 2 platos+postre+agua. No bebo vino, que supongo que entra en el menú, pero los refrescos y el café se pagan a parte. 3 primeros: macarrones, ensalada, que se había acabado y habían sustituido por otra similar, o judías verdes con llanegues. 3 segundos: cordero a la brasa, codorniz o ventresca de atun. Pido judías y ventresca, me dicen que la ventresca se ha acabado y acabo pidiendo cordero a la brasa, ya que no tienen nada más de pescado (o no me lo quieren ofrecer) a exepción de sonsos fritos. Las judías estarían buenísimas si se hubieran dignado a quitarles el hilillo de los lados. El resultado es que destrozaron el plato. Vamos con el cordero, me traen 3 trozos de cordero, uno enorme y dos trozos minúsculos, redondos de 3 cms. de diámetro. El que era enorme era cuello y los dos pequeños eran pierna pero ya en la fase que en vez de pierna es codillo de la parte final, o sea que me traen un plato de torna. El señor con barba que me tomó nota de los platos, bastante prepotente, el camarero, un seño mayor, fantástico. Francamente decepcionada No repetiré