Hotel Posada Al Vent - Adults Only

Si te gusta desconectar, el confort... Si eres detallista y te gusta que lo sean contigo. Si te gusta la naturaleza y la privacidad. Todo esto está aquí, en Al Vent. Puedes descansar o planificar un día de actividades. Sería un placer repetir.

Hotel muy bien cuidado, detalles al máximo nivel y la limpieza espectacular . Las toallas y ropa de cama oliendo a gloria. El silencio reina en el lugar y la tranquilidad que se respira es muy acogedora . Que pena que estemos tan lejos . Recomendable 100%

El lugar es precioso, todo con un gusto y una dedicación asombrosa pero respecto a los celiacos, no saben llevar el tema de la contaminación siendo que estaban más que avisados. Cuando nos preguntaron si el pan sin gluten lo podían tostar en el tostador normal… no nos lo podiamos creer y efectivamente nos contaminaron, tuvimos que anular la comida que teníamos programada y pasamos un dia horroroso. Si no se forman al respecto, sería mejor que no ofrecieran el servicio.

Es un hotel casa rural en un pequeño pueblo cercano a Ainsa. La casa es solo para adultos por lo que la tranquilidad y el sosiego está garantizado. Las habitaciones son espaciosas y con todo lo necesario , de un gusto refinado, te sientes cómodo y son agradables, la vista, ventanas con mosquiteras, aire acond. ventilador, buena y cómoda cama y todo super limpio. Las sábanas y toallas de buena calidad, productos de baño marca Rituals, todo está pensado para tu comodidad. Noté a faltar un mueble o cómoda, cajonera para guardar objetos pequeños o ropa interior, quizás fue porque estuvimos alojados bastantes días y lo noté a faltar, la habitación es suficientemente amplia para poner un pequeño mueble para esa función, los muebles de la casa son todos preciosos y de buen gusto. Las salas de biblioteca y musica son muy acogedoras para leer, escuchar música o relaj****. Los desayunos son de otra liga, elaborados y servidos con mucha gracia, todos sabrosos y bien presentados y así te preparas para comenzar el día con las rutas, excursiones maravillosas o actividades de montaña que hay en la zona. El precio creo que es el adecuado para lo que se ofrece que es de calidad y mucho nivel. No le damos la nota máxima pues no hay opción de cenar o picar nada por la noche en el alojamiento como parece ser que había antes, y para cenar hay que coger el coche y a veces estás cansado del día como fue nuestro caso y tener que conducir hasta Ainsa, en el pueblo hay un bar- rest pero solo abren los findes y es bastante caro. Ese es el único punto negativo que le ponemos, por lo demás todo fue estupendo.El matrimonio que lo regente atento y correcto

Lugar ideal de descanso y desconexión, excelentes desayunos,fuera del típico buffet, Daniel todo simpatía,repito excelente,descanso y reposo en un lugar fuera de ruidos,pero cercano a Aínsa,donde podrás tomarte algo

Un sitio excepcional por muchos motivos: todo en la posada está pensado hasta el último detalle; el ambiente tranquilo y sosegado del lugar se vive en la Posada, siempre con música de fondo, en armonía con la Naturaleza; los desayunos son increíbles, originales, impresionantes... Y aunque no hay restaurante, puedes disfrutar de unas cenas del 10... unas cremas de verduras elaboradas que son una delicia, con una fusión de sabores increíbles, ensaladas, quesos y una crema de yogur con miel, que recomiendo. Daniel, es un un buen anfitrión y Lucía, aunque la tratamos poco, también. Desde la cventana la veíamos coger plantas para los ramos y luego colocarlas, siempre buscando los mejores encuadres... Recomendamos la Posada para visitar la provincia de Huesca y sobre todo el Pirineo. No defrauda!

Cuando llegas a la Posada Al Vent, no puedes ni imaginar la experiencia que vas a vivir .Fuí con mi mujer. Daniel y su esposa te reciben y te ofrecen un servicio excelente. Se preocupan por tu comodidad. Diversos rincones y estáncias te trasladan al Medievo. Tuvimos la habitación Birge ( la del obíspo ) Escuchas el silencio como en ningún lugar. No os preocupéis en que pedir de desayuno. Viviréis una sorpresa gastronómica cada mañana. La tecnología , a la última, está debidamente disimulada. Cada rincón dice algo, pues está cuidado hasta el mínimo detalle, casi con pasión. Tienen clientes de todo el mundo que, como nosotros, han descubierto ésta maravilla con sabor medieval. Muy recomendable.

Mi pareja y yo nos alojamos dos noches y porque no sabíamos lo increíble que era, sino nos hubiéramos quedado más. Repetiremos sin duda. El alojamiento es precioso y con todo tipo de detalles. Tengo que destacar la limpieza, viajo mucho y es el lugar más limpio de los que me he alojado, impoluto. Y luego ya, el desayuno y la cena, alucinantes! El dueño es el cocinero y tiene mucha pasión por la cocina y eso se nota sin duda en sus platos. Cada desayuno es diferente, super completo, se adapta a las intolerancias que y encima muy muy sano (con su toque dulce ;-)Y no digo más porque se va a quedar una reseña demasiado larga.

Vivimos en Cuenca y nos dedicamos a esto. Por eso sabemos el esfuerzo, trabajo y dedicación que lleva ofrecer algo único a tus huéspedes. Lucia y Daniel lo consiguen con nota, cuidando los detalles y ofreciendo un alojamiento acogedor y encantador. Especial… Especialîsima mención a los desayunos!!! Mejor que contarte, invitarte a descubrirlos. Nada de un apabullante y frío buffet. Se trata de un espectáculo de sensibilidad y dedicación que te sorprende cada día, tanto con el contenido como con el continente. La casa està muy bien ubicada en un enclave tranquilo y con vistas espectaculares. Un buen lugar donde recalar y dej**** mimar. Y hasta aquí el spoiler ;) A descubrir y a disfrutar!