Tu alojamiento en Maafushi

El complejo es nuevo y hermoso ubicado en su propia isla privada. Es lamentable que tenga que volar a Malé, tomar un segundo vuelo y luego un barco hasta el complejo. Solo puede reservar el vuelo y el barco a través del complejo y no directamente desde la aerolínea, por lo que hay que pagar un precio superior. El ”salón” en el aeropuerto de Malé es el área pública del patio de comidas donde puede seleccionar una opción de un menú limitado, la mayoría de los cuales le dicen que no tienen ninguno. El complejo en sí es muy hermoso y ofrece un bar y servicio de bocadillos las 24 horas, así como un restaurante buffet y dos restaurantes adicionales (italiano y asador) para los que debe hacer una reserva. Durante nuestras 8 noches, intentamos todos los días hacer una reserva en el restaurante de carnes que no tiene días de apertura fijos y depende de la ocupación de los huéspedes, por lo que lamentablemente no pudimos disfrutar de esta experiencia como muchos otros huéspedes que también experimentaron lo mismo. Pudimos hacer una reserva en el restaurante italiano una vez durante nuestra estadía, lo que significaba que no teníamos más remedio que comer en el restaurante buffet donde los platos no cambiaban mucho a diario durante la duración, envejeció al final de nuestro viaje y no podíamos esperar a llegar al continente para algún otro tipo de comida. El personal es muy agradable y amable y hay actividades diarias organizadas por ellos o muchas áreas de la playa para la paz y la tranquilidad, así como una piscina con un bar en la piscina y muchas tumbonas. En general, fue una buena experiencia, es una pena que no haya más opciones o oportunidades para probar los otros restaurantes y comida.

El medio ambiente puede dar 5 estrellas (después de todo, es un saco) Es necesario mejorar la calidad del servicio. El personal es muy educado. Pueden hablar chino. Gracias, hola ... Podría brindar un servicio de 5 estrellas, pero cuando salí de la isla, me equivoqué en el tiempo de viaje. El correo electrónico de reserva original se explicaba que salía en avión a las 12:35, pero el personal del hotel hizo los arreglos para que me fuera hasta las 13:45 de la tarde en barco. Como resultado, cuando fui al aeropuerto de la isla, no pude encontrar la información de mi vuelo (de hecho, ya era la noche antes de salir de la isla. Verifiqué con la recepción para confirmar, pero la recepcionista insistí en que mi hora de aparición era por la tarde, diciendo que la hora del correo electrónico se cambiaría), y al mismo tiempo, no podía subir al avión de las 17:05 para salir de Male 'y solo podía cambiar a otros vuelos . El servicio del hotel realmente no es halagador [enojo] Se dice que la habitación reservada es de 5 estrellas, pero no puedo sentirlo. De hecho, no es muy diferente de las 4 estrellas que se encuentran al lado. [Hurgarse la nariz] Precio con todo incluido, la comida es relativamente normal, solo se puede decir que llena el estómago, hay pocas opciones y la calidad es media.

Para finalizar nuestro intenso viaje por distintos países del mundo, decidimos hacer una parada en maldivas. Lo que se convirtió en la guinda de una maravillosa luna de miel. Teníamos dudas sobre a qué hotel ir, y tras ver las diferentes ofertas y comentarlo con algunos amigos, encontramos la mejor opción en este hotel, Niyama. La estancia fue perfecta, desde la llegada al hotel hasta la despedida. El trato recibido por Imthy, la persona encargada ayudarnos y resolver todas nuestras dudas, fue muy atento y cercano, completamente involucrado en que nuestra estancia fuese perfecta. El hotel tenía una amplia oferta de actividades, restaurantes variados y un personal cercano y amable. Siempre que aparecíamos en la playa, Eduardo nos hacía sentir como en casa. Elegimos Niyama con la ilusión de poder hacer surf en las Maldivas, y aunque tuvimos unos días perfectamente soleados, no tuvimos suerte con las olas, así que decidimos probar con el buceo, lo que supuso una experiencia inolvidable Gracias a la profesionalidad y cariño de la instructora Francis y de su compañero Dot. Tuvimos la oportunidad de cenar en el restaurante Edge, en mitad del océano, donde el trato es muy bueno y la comida buenísima, además de estar en un ambiente espectacular. En definitiva, fue una estancia perfecta, repleta de actividades, tranquilidad, buena comida y un servicio maravilloso. Completamente recomendable!!

Estuvimos en Kandima una semana, se nos hizo muy muy corto, es una isla preparada para el relax. Nosotros íbamos con dos bebés pequeños y no pudimos relajarnos mucho pero eso ya era obvio que iba a ser así y lo asumimos. Aún así, pudimos disfrutar de este lugar tan maravilloso. La comida buena pero para los niños quizás poca variedad. Aún así siempre que pedíamos una tortilla nos la hacían sin problema aunque no estuviera en el buffet. El personal muy amable y atento y sobre todo muy cariñosos con los niños. Quiero destacar la atención de Mirta y Rey( no sé si lo escribo bien) Dos camareras maravillosas siempre dispuestas a ayudar y atentas a nuestras necesidades. Viajar con niños tan pequeños no es fácil y cuando intentan hacer lo posible por ayudar es muy de agradecer . Solo nos disgusto el trato de un camarero incomprensible que nos negó una pajita para que nuestro hijo bebiera la leche. Además nos mintió y nos dijo que no habían que iban a buscar en otro bar. Después de una hora de espera tuve que ir yo al bar de la piscina de al lado y me dieron una sin problema. No sabemos porque le negó la pajita a nuestro hijo, fue un detalle muy feo y desagradable que seguimos sin comprender. Por la noche se lo dijimos al jefe y desde entonces teníamos pajitas preparadas en la mesa. Todo lo demás espectacular, la habitación, la cama, el aire acondicionado , los atardeceres, los amaneceres, todo muy bonito. Las excursiones gratuitas de snorkel que por cierto no nos informaron y nos enteramos casualmente dos días antes de irnos . Me dio mucha rabia porque solo pude ir a bucear una vez y menos mal que tuve suerte y salió buen tiempo. Al regreso nos acompañaron en todo momento hasta el aeropuerto e incluso nos ayudaron a facturar, a pasar la duana y nos llevaron las maletas hasta el último momento. Un trato excepcional.