Tu alojamiento en Roma

Buena ubicación, como distancia de caminar a la Ciudad del Vaticano, y buenos servicios de transporte público muy cerca del hotel. - la habitación del hotel era limpia y espacial lo suficiente con una cama extra Bad: - ubicación, ya que hay muy poco a ver o hacer alrededor del hotel - no podíamos desactivar el calor, demasiado caliente para dormir en la habitación - un poco de ruido de los tranvías que corren al lado del hotel (nuestra habitación frente a la calle, quizás las habitaciones frente al patio son mejores en este sentido, ya que no hay vista para hablar de nuestra habitación) - no muy útil personal de recepción - el desayuno es un poco escaso y puede ser ocupado, Pero las amas hacen un trabajo fantástico en tratar de satisfacer las necesidades y pedidos de todos los clientes - la nevera de habitación no estaba realmente refrigerada en absoluto - zonas de asiento muy inconvenientes e imprácticas Considerando todo esto, más como una propiedad 3-star y caro. La mayor probabilidad de quedarse en otro lugar la próxima vez, pero no estoy disuadindo a los demás de quedarse aquí.

La ubicación del hotel es inmejorable, a un lado del Teatro dell´opera de Roma y cerca de las atracciones principales de la capital (por ejemplo, se encuentra a 20 minutos caminando del Coliseo Romano). Es una zona muy tranquila, lo cual asegura el descanso luego de un día de paseo agotador. Las camas son muy cómodas. Las habitaciones siempre se mantienen impecables, la higiene en general en el hotel es irreprochable y tienen la opción de libre frigobar, café y té en las habitaciones. El personal de recepción es muy amable y dan instrucciones precisas al realizar el check in. El desayuno es bastante variado y se sirve cumpliendo los protocolos de prevención del COVID, por lo cual no es buffet libre, sino te van sirviendo conforme lo que el huésped elija. En la terraza de la azotea hay un excelente restaurante llamado La Fata Ignorante, que no es propiamente del hotel, pero es muy bueno, mi esposo y yo cenamos ahí durante toda nuestra estadía, ya que la primera noche resultó ser una cena excelente. Volveremos.

El hotel está cerca de la ciudad del Vaticano. El transporte de autobús no es muy conveniente para los estudiantes que conduzcan. La ubicación del hotel es muy tranquila. Hay una gran zona de parque. El estacionamiento gratuito. El desayuno también es muy bueno. Las instalaciones de hardware están bien. En general, el hotel es todavía muy bueno y muy adecuado para los amigos automotores.

El hotel es un hotel muy agradable y con un personal amigable y bienvenido. El desayuno no se sirve en el hotel, aunque es posible comprar una pastel y un café en su agradable bar. Sin embargo, hay muchas opciones de desayuno muy cerca, todo desde desayunos completos a fantásticos pequeños cafés y pastelerías donde se puede agarrar un espresso y algunos productos de pastel para ir. A la parte inferior de la calle hay un supermercado CooP para aquellos que quieren comprar cosas de piquenique.

Nos alojamos por dos noches mi pareja y yo. Debo empezar diciendo que el hotel está bien ubicado, a unos cuantos pasos de la Fontana de Trevi, sin embargo deja mucho que desear porque el ascensor es pequeño y viejo, tanto así que se malogró la última noche y tuvimos que subir a nuestro piso por escaleras. Las habitaciones son grandes y bien ambientadas, de hecho un hotel si quieres estar cerca a varios lugares turísticos que puedes recorrer a pie. Lamentablemente no regresaría porque tuve un problema con el encargado/embajador de jalar gente para que ingresen al bar que tienen en la terraza. Les comentaré brevemente lo sucedido y realmente quedé indignada por el trato y discriminación que tuvieron conmigo solo por ser latina. Subí al bar con mi pareja y estaba repleto, le indicamos al mesero que esperaríamos que se desocupe una mesa para poder sentarnos en una con vista a la Fontana, esperé cerca de media hora y hasta que por fin se desocupó una mesa y el mesero me indicó que podía sentarme. Una vez en el lugar que me asignaron, el embajador que a duras penas habla español me indico que la mesa estaba reservada por unos americanos y que les había asegurado un consumo de 2000 € euros y que por favor entienda que me tengo que levantar de ese sitio y esperar que se desocupe otra mesa. Cosa que le indique que yo había estado esperando desde hace rato y seguía insistiendo, tanto que me hicieron pasar la vergüenza de mi vida y opté por levantarme y irme a otro bar por el pantheon. Realmente no recomendaría este hotel porque si eres latino, no te darán un trato igual a que un americano o europeo, y no se dejen deslumbrar por la vista que dice tener porque desde la habitación no se puede ver nada y de noche no se puede dormir por la bulla de la calle hasta altas horas de la noche.

Excelente ubicación, linda vista, súper limpio, personal amable (pero disponible solo en horarios de apertura similares al Poste Italiane; los vi solo dos veces en 1,5 semanas), habitación bien equipada, gimnasio en el piso de grupos (pero tienes que pagar si desea utilizar cualquiera de los mejores equipos). Sin embargo: hay un gran ruido de construcción todas las noches al otro lado de la calle, así que es mejor que traigas tapones para los oídos si quieres dormir un poco, ya que la ventana no cierra bien. Además, cada vez que sales de la habitación, la calefacción baja al mínimo, por lo que es mejor llevar ropa abrigada si quieres estar en la habitación en otoño o invierno. Considerándolo todo: si disfrutas de las noches ruidosas y frías en una excelente ubicación con una hermosa vista, este es el lugar ideal para ti.

Elegimos en el mes de septiembre el hotel Central Roma, porque nos lo habían recomendado.Y mejor recomendación recibida imposible! Está excelentemente ubicado. En una callecita tranquila, bien italiana, a metros de la Piazza del Popolo y de calles principales. Uno puede ir caminando a muchos de los puntos de mayor interés de la ciudad y tiene disponibles todos los medios de transporte para llegar a aquellos lugares más alejados. El hotel es una casa antigua, que se ha modernizado. Las habitaciones son muy cómodas y limpias. El baño diez puntos. El desayuno está muy bien servido, con un riquísimo café, cereales, yogurt, frutas, leche, croisants, panes, quesos, fiambres. Si bien no tiene restaurante, a metros hay todo tipo de opciones para disfrutar cenas, almuerzos o colaciones. Respecto del servicio, es realmente elogiable la excelente atención y predisposición del staff- especialmente guardamos un muy grato recuerdo de David y del sr de Perú que está por la noche- El staff está atento a cualquier requerimiento que uno necesite hacer; y el esmero con el que brinda información sobre su ciudad denota un gran amor por esta. Realmente creo que es una muy buena opción para disfrutar una hermosa estadía en Roma.

A destacar la excelente ubicación al lado de Termini y conexiones con metro y bus, la amabilidad y buen trato de todo personal y el correctísimo desayuno bufet. Un lugar ideal si tu idea es solo pernoctar y desayunar, con una situación estratégica para llegar a toda Roma. Habitaciones muy antiguas y presencia de hormigas en todas las habitaciones del grupo. Poquitas, pero ahí estaban conviviendo con nosotros. Estuvimos en la zona antigua, pues han iniciado reformas y si subes por las escaleras puedes ver la diferencia entre pisos.

Estuvimos hospedados en el hotel 2 dias en una habitación y otros 2 en otra habitación y todo perfecto recepción todo muí correcto nos dieron un mapa y nos explicaron todo dond quedaba las habitación están muy bien desayuno completó y todo perfecto un hotel muy bueno

He estado 3 dias en Roma con mi pareja y nos hemos alojado en el hotel California. ¡No hemos podido quedar más satisfechos! El hotel está muy céntrico, justo al lado de la estación de Termini (genial para ir y volver al aeropuerto). También está a tan solo 15/20 minutos del centro (Fontana di Trevi), donde hay un ambiente espectacular. En la zona del hotel hay mucha vida (luces, restaurantes) y está muy bien a cualquier hora del día. La habitación era moderna, espaciosa y limpia. El desayuno un poco escaso pero la bollería riquisima, se nota que es de pasteleria. Los recepcionistas nos facilitaron todo lo que necesitamos (pedimos cama doble y nos la montaron, nos hicieron un pickin con el desayuno del último día porque nos ibamos pronto…). Destaco la amabilidad del señor que está por las mañanas en la recepción. En definitiva, si vuelvo a Roma volvería a este hotel. Calidad-precio estupendo y lo más importante: la buena ubicación.