Tu alojamiento en Bages

Lugar tranquilo ajeno al centro urbano, con gran aparcamiento y recarga para vehículos eléctricos. Dispone de piscina y una buena terraza para tomarte algo. El restaurante es amplio y confortable. Hicimos un menú maridaje y fue espectacular! El desayuno es súper completo con servicio de cocina además del buffet. El servicio ha sido una de las cosas que más nos ha gustado, atentos y simpáticos. La habitación amplia y cómoda, si bien es cierto que habían algún desperfecto o poco mantenido, pero para nosotros, no es significativo. El gimnasio está bastante abandonado, espero que se pongan a ello , aunque cuando vienes a un lugar como este, lo último que quieres es ir al gym ! Dispone de Celler para visitar.

Mi puntuación va dedicada a la Cabana en la que estuvimos (la número 9) y su gestión. Para reservar llamamos con 4 meses de antelación y preguntamos cuál era la mejor. La persona que nos atendió, nos comentó que escogiéramos la zona de las Alzines y que nos reservaba la Cabana que consideraba mejor. El día de nuestra llegada todo fue perfecto, hasta que nos llevaron a la habitación y... sorpresa! Las vistas daban a un parking! Pero no se trataba que estábamos pagando para una Cabana en el bosque?? Después de la desagradable sorpresa llamamos a recepción y no nos pudieron ofrecer ningún cambio porqué el hotel estaba lleno. Para compensar, recibimos la bebida gratuita en la cena y se nos ofrecieron otros servicios de los cuales no pudimos disfrutar porque nos teníamos que marchar por la mañana. Pero la cosa no acaba aquí, cuando pagas casi 500 euros por una noche y una cena degustación esperas un sitio con privacidad, intimidad y romántico, y lo fue tan poco que nos dieron una cabana que, a parte de tener vistas a un parquing, estaba pegada a otra que se oía absolutamente todo lo que hacían nuestros vecinos (y no hace falta ser más explícitos). Para nosotros una gran decepción. Eso sí, la Cabana muy bonita, grande y muy bien decorada, con algún aspecto a mejorar. El restaurante Bages964, ESPECTACULAR! al igual que la atención recibida por parte de todo el personal. A mi gusto, las mejores Cabanas son la 2 y la 3 de la zona de les Vinyes.

Acabamos de pasar dos días en pareja en este hotel y ha sido una experiencia maravillosa. Un lugar para relajarte y desconectar. La visita guiada al monasterio muy recomendable, está muy bien montada con guía, audio guías, hologramas y música y pases para ambientarte en cada época. Dura aproximadamente 1,30 h. Todo el personal del hotel,desde recepción, camareros y personal de limpieza muy amables, te ayudan en todo lo que necesites. Nosotros hemos estado en la junior suite y es muy espaciosa, con un cuarto de baño y terraza alucinantes. Todo muy limpio. Hay agua de cortesía, amenities y servicio de habitaciones. Una piscina en la que poder refrescarte o simplemente tumbarte en la hamaca a oír el silencio y los pájaros. Hemos probado tanto La Fonda como el Món y en los dos se come muy rico, en uno de menú y el otro a la carta. Recomiendo coger pack de regalo con habitación, desayuno y comida incluidos. Todo perfecto, con ganas ya de volver

Es la segunda vez que me alojo en los apartamentos, es verdad que están muy bien situados y que tienen convenio con el parking que hay justo en frente, con acceso por una pasarela y un ascensor. El problema es que depende mucho del apartamento que te den, yo he pagado lo mismo las dos veces y los apartamentos no tienen nada que ver uno con otro, si la primera vez me hubieran dado el de la segunda no vuelvo. Fuerte olor a tabaco desde la escalera, baño con limpieza escasa, ducha pequeña, incómoda y con la silicona negra, las sábanas y toallas muy muy ásperas, apartamento muy pequeño, desde la cama puedo cocinar, mucho calor en la habitación al llegar, mucho ruido el baño y la nevera, los cristales sucios el mando de la televisión, dejaba mucho que desear y sin tapa. En fin la primera vez el apartamento era como tres veces el tamaño del segundo y al menos tenía un sofá donde sentarme a ver la televisión o trabajar, me lo pensaré cuando tenga que volver por trabajo, esta vez no estuve cómoda.

Un lugar excepcional y confortable, una limpieza impecable, la atención de sus dueños es muy cálida y te hace sentir en casa, tuvimos la dicha de cenar una noche y ha sido la mejor experiencia culinaria de nuestro viaje que ha incluido varías zonas de España.