Usuario invitado
7 de abril de 2023
Reserve a través de un Smartbox habitación con desayuno y circuito spa, razón principal de elegir este hotel, y amplíe una noche mas. Agendamos la hora del spa y al llegar la persona de recepción del spa muy amable y muy profesional nos avisa de que hay un par de cosas que no están operativas pero nos da la opción de ir al día siguiente que estará operativo. Al entrar además de las dos cosas que no estaban operativas, la temperatura de una de ellas no era la óptima (38-40º) estaba más fría y no era relajante que es su fin. Las duchas de aromaterapia tampoco estaban operativas, la sauna turca tampoco etc… por lo que decidimos salir a los 20 min. se lo advertimos a Marta, la chica de la recepción del spa que en todo momento estuvo intentando solventar la situación, y nos dijo que lo anotáramos en una hoja que pasarían a mantenimiento y nos invita al día siguiente que estará reparado. Al día siguiente en recepción me dicen que sigue sin estar reparado y ya pido explicaciones para poner una reclamación. La chica de recepción que en todo momento estuvo muy profesional llamó al dueño del Hotel a petición mía sin ponerme ninguna traba ni excusa, al contrario, me encontré de nuevo a una gran profesional dispuesta a ayudarme y entendiendo mi malestar. Durante la llamada me pasa el tlf y me pongo al habla con el señor Gregorio López, que tras explicarle lo sucedido no da muestras de entenderme y me dice que baja a atenderme. Al bajar al spa me encuentro con un señor de entre unos 65-68 años que resta importancia a lo que pasa en el spa y que se escuda en que el resto del hotel es maravilloso, sin ponerse en mi lugar ni en que el spa es la razón de mi reserva independientemente de lo maravillosas de las habitaciones y del complejo. Me empieza a explicar cosas de mantenimiento que no son mi problema y responsabiliza y culpabiliza a su personal de lo sucedido, demostrando ser un mal líder y peor jefe, haciendo de menos a sus empleados, haciéndoles pasar un mal rato y haciendo gala de una manera desfasada y anticuada de solventar problemas y queriéndome dar lecciones de como ser empresario cuando llevo gestionando tiendas 20 años. Lo peor de todo es q al final con mi malestar hago uso del spa, sin estar todo correcto pero no quiero mas problemas, solo irme de allí y mi sorpresa es que me está esperando en la recepción del spa y vuelve a abordarme, a contarme cosas que no me incumben como cliente y ha hacer pasar un rato horrible a su personal delante mío y yo sentirme intimidado ya que me dice que ponga una valoración positiva de su hotel. Días más tarde sólo puedo escribir esta pésima experiencia, esta surrealista experiencia de la que lo que saco en claro es que hay que dejar paso a las nuevas generaciones que den un servicio al cliente actualizado, que traten a su personal desde la igualdad y trabajando codo con codo no desde la errónea y antigua jerarquía de la pirámide. CON LETRAS MAYÚSCULAS DOY LAS GRACIAS AL PERSONAL DE: RECEPCIÓN, COMEDOR, SERVICIO DE