Usuario invitado
6 de febrero de 2023
La estadía en este B&B fue perfecta. Víktor fue un anfitrión genial. Llegamos antes de la hora del check-in (a las 7h), y nos recibió sin ningún tipo de inconvenientes, por el contrario, fue super amable, nos ayudó a instalarnos, nos dejó desayunar, nos explicó cuáles eran los puntos más importantes, nos dio mapa, todo. Un genio, realmente. El hospedaje es genial. Nosotros reservamos la Habitación Doble Superior y fue fantástica. Era un piso por escalera (no hay ascensor en el lugar porque es muy íntimo y pequeño), pero era ultra cómoda. Frente al cuarto teníamos la cocina (que se podía usar por la tarde o había agua para prepararse un té o café por la noche). Nuestro balcón (que era grande) daba frente al Bastión, así que escuchábamos pájaros todo el tiempo. La cama matrimonial era cómoda, el baño tenía una ducha genial y teníamos el sillón con mesita que nos salvaba cuando llegábamos para dejar nuestras cosas. El desayuno era muy bueno y completo, teníamos embutidos, pan fresco, budín, frutas, yogur y jugo de naranja (que el mismo Viktor te servía amablemente), además de las infusiones, claro. Todo con una vista del Parlamento deslumbrante. La ubicación es excelente, a pesar de que estaba en una subida (como casi todo en Budapest), porque nos quedaba a pocas cuadras de la estación de subte Batthyány tér y en el Bastión teníamos los colectivos 16 y 216 que ayudaban mucho luego de un largo día de caminata. Por último, el último día, como nos íbamos tarde, le consultamos a Viktor si podíamos dejarle las valijas para aprovechar el día, y claro, nos dijo que sí, y nos dio una llave para poder retirar todo, y dejarle la llave en el mostrador. Esto último es algo que nos ayudó muchísimo para no tener que cargar con las valijas por una ciudad que es todo con calles empinadas y difíciles de subir. Lo recomiendo muchísimo no solo por el hospedaje sino por el anfitrión que siempre fue super atento, amable y considerado.