Usuario invitado
6 de julio de 2022
Hemos estado alojados unos días en el Zanhotel Regina, de la muy presente en la ciudad cadena Zanhotel. Tan presente, que literalmente pegado, tiene el Zanhotel Trevechi. El hotel está situado en la Via dell'Indipendenza, que es una de las principales calles de la ciudad. Queda situado entre la estación de trenes y la Piazza Maggiore, es decir en cuanto a la ubicación es muy buena para visitar la ciudad y salir a otras ciudades de la zona(Ferrara, Parma, Ravena, Modena...). En la zona hay supermercados y bastantes sitios para comer. En las opciones para comer hay kebabs, pizzerias en los soportales y un Mcdonalds en los bajos del hotel, o restaurantes con cartas más elaboradas y cafeterias. Es recomendable, la cafetería y pastelería Impero, con sus pasteles "mignon", que son sus especialidades de tamaño bocado a un euro (si vais, el cubilete de mouse de avellana y el canolo de crema son imperdibles) Las habitaciones, hemos tenido individuales y dobles, son modernas, en cuanto a decoración y servicios. La limpieza es buena, y el espacio en la individual está aprovechado. las camas son buenas, y un detalle bueno de la individual es que tiene una cama de 1,3m, no una cama pequeñita como suelen poner otros hoteles. La wifi gratuita es bastante rápida, para ser un hotel, daba sobre 30 megas, estando el hotel lleno. El personal bien, en recpeción un chico de abundante barba fue muy amable y dispuesto a solucionar todo. El resto del equipo de recepción bien. El equipo que atiende el desayuno, está formado por chavales muy jóvenes, parecían como chicos en prácticas. El desayuno estaba incluido en el precio, y es un desayuno correcto. Hay 3-4 tipos de fiambre, un par de quesos, yogures, de cosas calientes huevos revueltos y Bacon. Luego bollería y tartas industriales que van variando. El pan está medio crudo, como se estila en la zona. Una cosa que no me gustó es la falta de tostador, había un grill, que no dejaba bien del todo el pan...después de un rato allí metido, mas que tostar, calentaba el pan, sin más