Usuario invitado
24 de agosto de 2021
Se trata de un hotel ubicado en una magnífica finca de muchas hectareas, preciosos árboles y praderas así como jardines geométricos y estanques con fuentes. El edificio principal en el que nos alojamos es un chalet soberbio, muy bonito. El desayuno en la terraza, servido, de lo más agradable, tuvimos también suerte con el tiempo. La piscina con un pabellón moderno dónde se sirven comidas también muy muy bonita con las tumbonas bajo toldos separados y viendo los caballos enfrente. El personal muy amable. Decía en el título que era difícil de puntuar y la razón es que ya he dicho las partes positivas pero hay que señalar también las negativas: Necesita una renovación muy importante, la habitación que tuvimos sabíamos que iba a ser de no mucho tamaño pero no que estuviera con un aspecto tan viejuno tanto en los muebles como las carpinterías. La verdad es que te llevas una decepción. Quizás tenga que ver con un malentendido concepto de ' charme". El encanto de lo antiguo o lo vintage por decir, no puede tapar la cutrez. Adicionalmente nuestra habitación daba hacia el lado por el que sacaban suministros y basuras con ruidos molestos a depende qué horas. Para ser justos también hay que decir que el cuarto de baño era muy amplio y totalmente renovado. Por otra parte se notaba una cierta racaneria por ejemplo en lo que se refiere a las cremas y jabones, de calidad eso sí, pero que no repusieron las que habíamos gastado el primer día. También era sorprendente el aviso que leímos en el directorio de la habitación anunciando que si querías salir más tarde hasta las 15 y suponiendo que fuera disponible te cobraban...... otros 40 €. En fin hotel muy muy atractivo con cosas muy buenas y otras no tanto.