Usuario invitado
24 de abril de 2024
Camino del norte elegimos este parador para pasar la noche y no nos defraudo, tiene en la torre un salón con un techo artesonado de 500 años de antigüedad, una maravilla, las habitaciones muy bien decoradas, la nuestra (117) da al jardín y piscina directamente, si llegas tarde tienes el inconveniente del parking seguramente completo, dejamos el coche en la cuesta de acceso y después de cenar encontré un sitio libre. El acceso al Parador desde la autopista es un quebradero de cabeza, muy alejado y sin señalización , al tener que ir atravesando medio pueblo y el GPS dando nombres de calles que no están rotuladas se hace difícil el camino. La cafetería se encuentra en el torreón abajo del todo ( el nivel donde se encuentra la recepción y salones es a nivel de calle pero en realidad es una segunda planta ) claro vas a la cafetería y empiezas a bajar como si fueras a las mazmorras, todo en piedra muy bonito pero luego hay que subir, al día siguiente tras el desayuno y llegando a la habitación me asomo tras un recodo del pasillo y veo que hay una entrada a la cafetería , resultando que para ir a la cafetería por el ascensor hay que pasar por el pasillo de las habitaciones (lo digo por las personas que son ajenas al parador), desde el salón de la cafetería no se ve la otra entrada y el ascensor queda lejos del mismo. En nuestro caso mi mujer tiene problemas de movilidad ( no extremos) . En fin nos reímos. La sala de desayunos tiene muy buenas vistas y es agradable, el desayuno normal , el personal como siempre muy agradable, el señor de recepción muy atento y servicial.