Usuario invitado
16 de febrero de 2024
Al interiorista que se le ocurrió por primera vez sacar el baño e integrarlo en la habitación habría que quitarle la licencia. Un despropósito que el lavabo esté fuera del baño, y que no exista pared, si no un cristal transparente para separar el baño del resto de la habitación y luego se ponga una cortina para mantener algo de privacidad. Una estupidez decorativa mayúscula. Todo eso a Costa de no tener armario ni un triste reposa maletas. La cama era incómoda y las almohadas simplemente una tortura china. Horribles es decir poco porque no pude pegar ojo. La TV sintonizaba canales rusos, pero ni un canal en español. Como positivo, la ubicación y la limpieza. Las instalaciones de las zonas comunes estaban bien y el desayuno fue decente sin ser nada del otro mundo. El personal no sabemos si existía o eran dummies, ya que interactuaron poco o nada. Definitivamente no volvería a este hotel. De hecho vamos a volver a Basilea, pero elegiremos otro hotel.