Usuario invitado
21 de mayo de 2022
Hacia unos años que no me hospedaba en este hotel y me ha impactado muchísimo el empeoramiento que ha sufrido en casi todos los aspectos. A la llegada, unos recepcionistas jovencísimos e inexpertos (¿en prácticas?) que se lían en todas sus gestiones, dando como resultado un check-in largo y tedioso. Las habitaciones espartanas, con un calor insoportable (no disponen de aire acondicionado) que obliga a dormir como te trajeron al mundo. Ruido insoportable de maquinaria (¿del ascensor?), durante toda la noche, dificultando el descanso. Más ruido desde la terraza ubicada justamente debajo de la ventana de la habitación, desaconsejando su apertura para intentar bajar las altas temperaturas. Por si fuera poco, más ruido aún procedente del tren ligero que circula a escasos metros del hotel. Camarera del bar (una chica con mechas verdes) altanera y maleducada, con una salidas de tono totalmente inaceptables. Increíble política de limpieza de habitaciones: ¡sólo una vez cada tres días! No volveré a alojarme en este hotel y sugiero a todos que valoren otros hoteles de la zona antes de reservar aquí.