Usuario invitado
12 de enero de 2023
A pesar del COVID19, 2021 no nos dejó sin vacaciones ya que buscamos entre los destinos que menos virus tenían y apareció entre ellos Maldivas, uno de mis sueño viajeros así que nos decidimos por estas maravillosas islas. Visitar Maldivas no es para quienes buscan cultura, está clarísimo, es un destino de relax y de aventura en el mar, de disfrutar de la sensación de estar en un paraíso y disfrutar de un merecido descanso. Sólo hay que saber que los vuelos son largos y que tras la vuelta, es posible que por el cambio de hora, suframos un poquito de jet lag pero vamos, una noche de irse a dormir pronto y como nuevos. Para nuestra estancia allí, elegimos un resort pequeñito, situado en el sur del Atolón Ari, uno de los más bonitos de las islas, ya que está lleno de mucha vida submarina. El resort en cuestión fue Diamonds Athuruga Maldives Resort & Spa y quedamos tan encantados que volveríamos una y mil veces porque nos sentimos como en casa, en familia. Para llegar hasta él se puede hacer en barco, desde Male, la capital, o con hidroavión - son unos 20 minutos de vuelo pero aunque el precio es mucho más caro, vale la pena tras pasarte muchas horas de avión hasta destino ya que lo único que quieres es llegar y descansar -. El resort No os vayáis a pensar que es un macro resort como los de Méjico, República Dominicana, etc, porque no tiene nada que ver... Este es una islita, que en realidad no es más que un pequeño atolón que se ha formado con arena coralina de los corales que se van erosionando y está a 0 metros de altitud, por lo que es muy bonito de ver cuando sube y baja la marea... Los trabajadores son todos geniales, desde el primero al último, muy serviciales, atentos tanto con pequeños como grandes y siempre con una sonrisa... Es algo que me encanta. La verdad es que se portaron genial con los peques, haciéndoles siempre de comer lo que les gustaba, incluso a veces, sin ellos decirles nada, ya les tenían una pizza, un coctail de los que sabían que les gustaba, les enseñaban cómo se cortaba el atún, etc... Incluso al mayor, cuando iba a buscar el pescado recién hecho, ya se lo reservaban sin salsa. Es lo bueno también de los resorts pequeños. Nada más llegar, te vienen a buscar en Dhoni, el barco típico maldivo a la plataforma donde te deja el hidroavión - sí, en medio del Océno Índico - y te llevan hasta el resort, donde, mientras hacen un poco de check in, te ofrecen agua, coctails, toallitas para secarte el calor y fruta fresca, que después de tanto trajín de viaje, se agradece mucho. * Habitaciones. Hay dos tipos de habitaciones, las Water Villas, que son las típicas casitas de madera que están sobre pasarelas encima del mar, que preferimos no coger porque las vemos más para recién casados y con los peques, nos gustaba más tener arena en la puerta y los Beach Bungalows, que son pequeñas casitas en la playa, separadas unas de otras y de diferentes tamaños ( estandar o Junior Suite, la elegida por nosotros, que es más g