Usuario invitado
19 de febrero de 2023
Estuvimos hospedados desde el 17 al 19 de febrero. El hotel cuenta con muy pocos estacionamientos, por lo que “acomodan” autos sobre la rampa de acceso para personas con movilidad reducida. Al indicarle al guardia a cargo, de forma indolente y totalmente falto de empatía, me indica que me calle y que yo debía preguntarle antes de hablar. Finalmente tienen otra rampa (que no está señalizada y que para acceder, se debe pasar entre vehículos, cosa no fácil con una silla de ruedas). El hotel cuenta con solo 1 habitación preparada para personas con movilidad reducida (información entregada en recepción). El resto es lo siguiente: Habitación: en general cómodas y con buena vista, aunque la limpieza es paupérrima (encontramos pelos en todo el baño, aparentemente púbicos). Cuidado con el agua caliente de la ducha, las temperaturas fluctúan todo el rato y terminas quemándote. Restaurante: si bien la comida es bastante buena, los tiempos de atención son terribles. El primer día se demoraron alrededor de 45 minutos solo en llevar a la mesa los líquidos. En total, tuvimos que esperar 1 hora y media para poder comer. El segundo día fueron tiempos menores, pero aún así demasiado lento. Limpieza en áreas comunes: no muy buena en realidad, pasillos siempre con suciedad en el piso. Desayuno: bueno y rico.