Hoteles cerca del Biblioteca Pública Miguel Obregón Lizano, Alajuela

A cada hotel hay que pedirle y evaluarle por su esencia y motivo de construcción. y evidentemente por tus necesidades. Viajamos dos parejas a Costa Rica para conocer el país durante un mes. Después de muchas horas de vuelo hasta llegar al aeropuerto de Alajuela, nos decidimos a pasar la noche en un hotel cercano al aeropuerto, para a la mañana siguiente recoger el coche de alquiler y comenzar la aventura. Con estas perspectivas este hotel es sencillamente perfecto. Cuando llegas al aeropuerto solo tienes que esperar un autobús que el propio hotel te ofrece gratuitamente con una frecuencia de 30 minutos. Cuando vas a salir del país al finalizar el viaje dispones del mismo servicio. Está muy cerca y llegas en pocos minutos. Es de muy reciente construcción. Todo esta nuevo y reluciente. Buena y completa habitación. Cama amplia, cómoda y confortable. No dispone de frigorífico en la habitación pero en cada planta dispones de maquina de hielo gratuita. El personal es muy amable y profesional. Puedes disfrutar de la piscina del hotel Marriot que esta justo al lado y es del mismo grupo empresarial. El desayuno es algo corto pero cumple muy bien con las necesidades. El servicio de restaurante es muy bueno. Te recomiendo cenar en el hotel antes de hacerlo en cualquiera de los restaurantes que hay frente al hotel. Su ubicación es extraordinaria. Ya he comentado su cercanía al aeropuerto. Además justo al salir a mano izquierda tienes un supermercado de la cadena Walmart, donde puedes encontrar todo tipo de productos. Si no quieres llevar en tu maleta productos de aseo personal, protectores solares, etc.. puedes comprarlos en este establecimiento. Cruzando la calle y la autovía tienes un enorme centro comercial de varias plantas con todo tipo de tiendas y locales de comida rápida. Para mi es sencillamente perfecto y cumplió con nuestras expectativas como punto de partida para comenzar la aventura de conocer Costa Rica.

Me hospedé con mi madre (una adulta mayor) y una sobrina adolescente una noche, cuando llegamos, el guarda nos dice que podemos parquear directo y entrar por atrás para hacer nuestro check in, al intentar entrar no pudimos acceder (entendiendo que aún no teníamos nuestra llave, y le hicimos saber llamando la atención de 2 personas del hotel que pasaban y nos ignoraron por completo, tuvimos que caminar con una adulta mayor y cargando maletas, y lo que más nos molestó fue que al hacer saber nuestro descontento con la recepcionista, ni siquiera una disculpa nos ofreció, Simplemente hizo el registro y nos entregó las llaves de manera un tanto grosera, sin indicarnos nada (piso, ascensores, nada), luego en la habitación no tenían suficientes toallas para 3 personas, pues solo había para 2, además una de las toallas tenía cabellos largos de otro huésped. El lugar es aceptable y en el restaurante todo fue genial, pero la falta de cortesía y poco profesionalismo para atender una molestia nos amargo la estancia.

El desayuno es bueno pero muy repetitivo y aburrido sin embargo el personal fue excelente y me ofrecieron otras opciones para no hacerlo tan monótono, el aire acondicionado, tal vez tube mala suerte pero a me toco muy ruidoso El servicio al cliente fue excelente aún cuado tuvimos unos problemas con mi Hilton honors ellos no dejaron de ser amables y atentos

Watch the cancellation policy, they refused to issues a refund even though I was cancelling 3 months in advance due to the airlines changing my flight schedule. Lesson learned. They lost the future business with this policy, I understand the need for policy but should be on an individual basis given a reasonable amount of time and proof of circumstances beyond ones control. Terrible

Reservamos la habitación Jacamar (#6) y nos pareció hecha para nosotros. Escogimos esta porque es espaciosa, tiene chimenea de leña y un pequeño patio. No dominamos bien el arte de viajar livianos y nos quedó muy bien porque acercamos el carro y en pocos pasos estábamos en la habitación para descargar. El hotel como tal ya cumplió los 30 años y si se quiere se nota en algunos detalles en el exterior. Pero el interior es muy acogedor con buen gusto, como debe ser un hotel de montaña. Los platos del restaurante son muy buenos, aunque pocas opciones. Los jardines están bien cuidados. Se siente bien estar aquí sea para leer, estudiar, caminar por los senderos o simplemente relajarse sin pensar mucho. Qué bien salir y darse unas buenas bocanadas de aire puro aquí. Un plus que nos pareció todo un detalle en la habitación es que tenía una prensa francesa, café molido y un pichel eléctrico para calentar el agua, no lo típico que es una máquina automática con el que se consigue un café muy ligero. Eso sí, podrían tener una prensa un poquito más grande, acorde al tamaño de las tazas.
 Aunque si hay que mencionar cosas que a nuestro parecer está fallando es lo siguiente: el hotel tiene muchas gradas que lo hace poco accesible para personas con problemas de movilidad, nos hubiera gustado tener un refrigerador pequeño, una caja de seguridad y un par de copas de vino (se pudieron haber pedido sin duda); ah!, tienen que cambiar el paño de la mesa de billar