Usuario invitado
8 de septiembre de 2021
Unas vacaciones de libro, las soñadas. Un hotel precioso, en un lugar tranquilo dónde reina la paz y se pueden realizar bonitas excursiones. La habitación amplia, muy limpia . La cama con un buen colchón y desde la que hemos visto, durante nuestra estancia, todos los días amanecer y por la noche se colaba la luna por la ventana. Descanso perfecto. El comedor muy coqueto con un armario antiguo precioso, una mantelería de hilo y bonitas vistas al jardín y a la torre por un amplio ventanal. El desayuno exquisito, natural y casero. Las cenas estupendas. Muy buena cocina!!! Manolo siempre atento y dando información a sus huéspedes. Su equipo de trabajo adorable y con la sonrisa permanente. Qué decir de Pilar!!! Una mujer encantadora con un habilidad especial y un gusto exquisito por la decoración de la casa con las dalias de su propio jardín dignas de mención. Sin duda, volveremos a encontrarnos!!!!