Sin duda, por su situación (Santa Croce) y época del año, ha sido la mejor opción. Lugar tranquilo (insisto, viaje realizado en noviembre), muy cerca de la Estación de autobuses (Piazzale Roma), a 5 minutos caminando. Las habitaciones, como muestran las fotos, son espaciosas, muy cómoda la king size, baño con todo tipo de comodidades, limpieza muy correcta, mueble bar, fruta y té a demanda. Muy recomendable la opción con desayuno: teniendo en cuenta que es un hotel pequeño, el comedor cuenta con media docena de mesas, adecuadamente preparadas y decoradas (cristalería de Murano), muy buen gusto, sin grandes ostentaciones y correctísimo gusto ; a la derecha, buffet de zumos-productos lácteos-cereales-frutos secos-bebida; embutidos (tipo salami, jamón y variedad de quesos) cortados en el momento por Alessandro (uno de los Responsables), con fruta variada y diferentes tipos de pan, en la esquina contraria (junto a la tostadora); y a la izquierda, la barra, donde la camarera amablemente te ofrece café o infusiones (recomiendo el capuccino), además de encontr**** una serie de productos dulces caseros deliciosos. Espectacular la máquina de café y la cortadora de embutido (reproducción de las antiguas máquinas cortadoras, extendido en muchos locales de la ciudad). Un inciso: llegamos muy pronto al check-in, sobre las 10:30 y Alessandro, amabilísimamente, nos ofreció un café acompañado de un dulce de frutos secos (el comedor para desayunos cierra a las 10:00), además de recoger nuestras maletas para que pudiésemos pasear y recorrer la zona hasta las 13:00, hora en la que ya teníamos preparada la habitación. Impecable el trato de todo el personal (Alessandro y Alberto durante el día), incluyendo el de la noche y las camareras (Grazie mille!). En todo momento te recomiendan qué zonas recorrer, que no hay que dejar de visitar, vaporettos, qué islas que visitar, dónde comer, horarios, etc. Impecable el trato y la estancia. Sin lugar a dudas, un establecimiento muy recomendable si se busca un lugar estratégico desde el cual realizar la mayoría de visitas caminando, una zona tranquila (a pesar de tener las dos universidades relativamente cerca) y con locales para comer y tomar algo muy cercanos (desde los cicchettis y vinos hasta gastronomía más selecta, para una cena especial). Grazie mille Alessandro, Alberto e a tuto il team di Palazzo Odoni. Ritorneremo!
Muy bueno
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