Usuario invitado
31 de enero de 2023
Estuve con mi familia. Fuimos a la terraza de la cafetería y restaurante, y después de esperar media hora a ser atendidos, el camarero se negó a limpiar la mesa de los restos de comida y bebida de los clientes anteriores, dejando la mesa llena de berretes, suciedad, servilletas y pañuelos usados, sobres de café y cacao en polvo, migas de pan, etc. Decir que una vez atendidos y servidas nuestras consumiciones, nos dejo dichos restos y suciedad, en la mesa, haciendo caso omiso a nuestras peticiones de limpieza. Cuando no marchamos, y después de pagar lo consumido, se lo comente´al encargado o director del establecimiento y no me hizo ni caso. Es evidente la incompetencia de todo el personal, se nota que están quemados, algo que no deben de pagar los clientes. Con mis propios ojos vi como muchas mesas ocupadas, se levantaban y abandonaban el hotel, cansados de esperar lo pedido. Quisiera puntualizar que el camarero (por definirle de algún modo), que nos atendió, lejos de limpiarnos la mesa, se dedica a pasear por delante nuestra, recogiendo el resto de mesas vacías y mirando con sorna hacia nosotros, como demostrando que allí se hace lo que el quiere. Pues muy bien, quédense ustedes con su restaurante, cafetería y hotel, que hay muchos otros a los que acudir, y que están deseando de recibir a cuantos clientes les visiten. Una pena que un lugar tan emblemático desde primeros de los años 70 del siglo pasado, se vea abocado al fracaso y al cierre por el capricho de un personal incompetente, desidioso, prepotente y desafiante.