Usuario invitado
30 de julio de 2023
Un hotel anodino, feo, supongo que su cometido es dar alojamiento a gente de negocios que acude a Terrassa, para otro tipo de clientes no tiene sentido. El aire acondicionado (llegué en un día de calor) no funciona como debiera. Al insistir para que mi habitación se enfriara más me dice el recepcionista con un aire de sabelotodo que no admite que se rebata su opinión: la ley no permite bajar de 24 grados, etc etc. Pues he estado recientemente en hoteles en España que, o no conocen la ley, o cuidan más al cliente que a la ley. Le digo: pues en recepción se está más fresquito. Respuesta: si, si hay clientes que dicen que aquí se nota más. ¿Se nota más? En recepción, el trabajador tiene el aire acondicionado como Dios manda. ¿Al cliente? que le den, y por supuesto se le aplica la ley. Una vergüenza. No volveré jamás.