Come to Israel, come to Tel Aviv, but avoid Royal Beach. I write with much pain as I love Tel Aviv, the State of Israel, and its people. I recently stayed at Royal Beach with my husband and baby. Unfortunately, my experience was far from satisfactory: it was very disappointing. In all my travels I have not had an even remotely comparable interaction like the one I had at Royal Beach. Specifically, I was taken aback when an employee berated me for not understanding what he was saying to me in Hebrew. Instead of feeling welcomed, I felt criticized. Instead of trying to communicate in a normal voice, I was yelled at in front of my baby. All for not speaking Hebrew? All for not understanding Hebrew? When has the ability to speak and understand the local language been a prerequisite for staying at a large hotel in a major, global city? Does English (ironically not my first language) not suffice? This mind-boggling interaction made me uncomfortable during my stay, and I believe that businesses - especially hotels with international visitors abound - should strive to maintain inclusivity for all guests regardless of language skills, nationality, or race. While I understand that mistakes can happen, and that the mistake of one may not reflect that of an entire organization, the way this particular incident was handled - through deflection, denial, and disrespect from the employee - truly overshadowed my entire stay. What makes this a bigger concern is the fact that it seemed to be an attack on my ethnicity and race. Ven a Israel, ven a Tel Aviv, pero evita Royal Beach. Escribo con mucho dolor, ya que amo Tel Aviv, el Estado de Israel y su gente. Hace poco me hospedé en Royal Beach con mi marido y mi bebé. Desafortunadamente, mi experiencia no fue nada satisfactoria: fue muy decepcionante. En todos mis viajes no he tenido una incidente ni remotamente comparable como el que tuve en Royal Beach. Específicamente, me sorprendió cuando un empleado me gritó por no entender lo que me estaba diciendo en hebreo. En lugar de sentirme bienvenido, me sentí criticado. En lugar de tratar de comunicarme con una voz normal, me gritaron delante de mi bebé. ¿Todo por no hablar hebreo? ¿Todo por no entender su idioma? ¿Cuándo la capacidad de hablar y entender el idioma local ha sido un requisito previo para alojarse en un gran hotel en una ciudad importante y global? ¿El inglés (irónicamente no es mi lengua materna) no es suficiente? Este incidente impactante me hizo sentir incómoda durante mi estancia, y creo que las empresas, especialmente los hoteles con visitantes internacionales, deberían esforzarse por mantener la inclusión de todos los huéspedes, independientemente de sus habilidades lingüísticas, nacionalidad o raza. Si bien entiendo que los errores pueden ocurrir, y que el error de uno puede no reflejar el de toda una organización, la forma en que se manejó este incidente en particular, a través de la prepotencia, la negación y la falta de respeto de
Muy bueno
60 Comentarios