HOTEL LOS GUARDESES

El trato del personal del hotel fue excelente, muy cordiales y atentos, te aconsejan sitios para visitar, playas a las que ir, bares y restaurantes por toda la provincia. La cama comodísima, las instalaciones muy limpias y el hotel muy tranquilo, sin ruidos. El desayuno muy variado, varios tipos de pan, fruta, zumos, embutidos, mermeladas, aceite, miel, bollería, queso, cereales, frutos secos y más, la posibilidad de desayunar o tomar algo en el jardín otra maravilla. Aparcamiento sin problemas en los alrededores.

El hotel es muy bonito. El personal muy agradable, me atendió una chica por teléfono majisima y posteriormente en mi estancia Jesus que nos aconsejó sitios que visitar y restaurantes y muy bien. Nos hospedamos con perro (20kg) y genial, fue uno más y además no cobran suplemento. El desayuno es tipo buffet y desayunas en la terraza al ir con mascota. Para repetir. Además la ubicación es genial para turistear por los alrededores

Un sitio muy bonito en un barrio feo. No digo peligroso, digo feo. Personal muy amable. Habitación moderna y funcional, y baño con espacio!! La única pega es que no hay ascensor y hay que subir y bajar las maletas a pulso

Un hotel con mucho encanto. Muy buena atención por parte del personal y el equipo que lleva el hotel. El hotel se encuentra en un sitio clave y céntrico para desplazarte a cualquier punto de Cantabria. Las habitaciones muy limpias y la que nos tocó a nosotros bastante amplia. Si que al lavabo le haría falta una mejora estética. Por ejemplo el uso de cortinas en la ducha no nos convenció mucho. Es verdad que encontramos algunas carencias que ya comentamos con el equipo del hotel. Falta de aire acondicionado, si que disponíamos de una pequeña maquina de aire que nos salvo en alguna ocasión del calor que padecimos un par de días. Echamos en falta alguna nevera para poder guardar agua fresca para los momentos de calor. Siempre va bien tener una nevera por si compras algún producto fresco poder guardarlo. Es verdad que desde el hotel se nos propuso la opción de guardar ellos cualquier cosa que necesitáramos mantener en frio, pero para nosotros es una imprescindible en nuestro día a día. La televisión aunque no es una de las prioridades la encontramos pequeña pero para el uso que le dimos suficiente. Si que en cuanto al desayuno nos pareció poco variado y notamos a faltar productos de la tierra, por ejemplo los quesos siendo Cantabria conocida por sus buenos quesos para nosotros en el desayuno seria un imprescindible. Algo de pastelería casera y no envasada también estaría bien. Igualmente son cosas que dijeron que las estaban estudiando para cambiarlas en breve. Son carencias que algunas son bastante significativas pero que suplen con su buena atención y servicio hacia el cliente. Sin lugar a dudas un sitio que con pequeñas mejoras se convertirá en un must.

Hotel bonito y bien situado. Muy cerca de Santander. El personal es encantador y súper amables, sobre todo Isabel y Jesús, que fueron los que nos atendieron. Habitaciones correctas, camas muy cómodas. Sin duda lo recomendaria.

Sin dar nombres para no olvidar a nadie, sois un grupo de gente de 10, todo facilidades, amabilidad y profesionalidad, una estancia encantadora, el hotel muy limpio y las habitaciones correctas, el único pero es que no hay restaurante, sitio muy recomendable para estar en la zona y conocer Solares, ánimo para todos

Hotel fantástico repetimos siempre , estamos como en casa ! Hotel precioso Todo muy cuidado al detalle , habitaciones muy cómodas , la gerencia súper amable y cercana ,trato es insuperable , desayuno muy bueno , admiten mascotas , el año que viene repetiremos sin duda . Muy recomendable ( cerca de cabarceno )

Elegimos este hotel porque admitían mascotas. El hotel cuenta con una terraza magnífica y es bonito, pero, en nuestra opinión,tiene varias carencias. La habitación es bastante reducida y solo tiene una ventana pequeña en la parte alta. No tiene aire acondicionado y hacía muchísimo calor dentro de la habitación (29°), intuimos que también tendría que ver con estar en el último piso. Pero también debemos decir que teníamos un ventilador que nos daba la vida... Tampoco tiene nevera, cosa que nos parecía importante ya que con tanto calor necesitábamos beber agua fría. Como sugerencia estaría bien fuentes de agua fría en cada planta. Eso sí, nos dieron bolsas de hielo para una nevera portátil que compramos. En cuanto al desayuno, nos pareció poco variado y algo escaso. Teníamos que elegir entre dulce y salado, aunque si querías repetir solo tenías que pedirlo. El lado positivo del hotel es que el personal es muy agradable. Le buscaron a nuestra mascota un cuenco para beber agua y eran muy atentos con nosotros y nuestras necesidades. Además nos recomendaron playas, restaurantes etc... En definitiva, en nuestra opinión, nos parece que 160€ la noche es muy caro para tener dichas carencias tan significativas.

Reservamos por su web y el aperitivo de recepción cuando llegas no lo vimos pero prácticamente a nadie, había una boda y no estaban por nosotros, dejamos las maletas y no nos explicaron nada. De la boda nos avisaron cuando ya estaba hecha la reserva, ningún detalle por las molestias que supone, música hasta las 23h que en la habitación que nos tocó, la 106 era como tenerla dentro. El desayuno dulce o salado, no puedes mezclar y con las reminiscencias del COVID el plato, con lo que incluye, envueto con papel de film. El jardín es bonito, pero es el recepcionista el que hace también de camarero, bebidas sólo, no hay nada para comer. Pasamos 4 noches y lo considero muy caro para la habitación que tuvimos y el desayuno tan rígido. No repetiremos.