Usuario invitado
20 de abril de 2022
El hotel está muy bien ubicado, con un jardín y terraza muy bonitos, a 10 minutos en coche del centro de la ciudad. Las habitaciones son antiguas pero en muy buen estado y el bar es muy agradable, estilo art decó. No obstante, las bebidas son excesivamente caras. El personal es por lo general agradable, especialmente una camarera llamada Elisabetta, encantadora. El desayuno no está a la altura de un hotel de este nivel, muy mejorable en este aspecto. Así mismo, el restaurante es frío y la comida es muy cara para lo que se ofrece. Hay problemas de conexión wifi en las habitaciones, al menos en la primera planta. No obstante, es una villa muy bonita con mucho potencial.