Lionel
3 de noviembre de 2021
Desde que conocimos el Orange de Jing'an, tratamos siempre de alojarnos allí cuando vamos a Shanghai. Perfecta relación calidad-precio. Habitaciones limpias, modernas, cómodas. Baños impecables. Personal amable y profesional, muy predispuesto y orientado a la resolución de problemas o a responder consultas y ayudar, aún cuando nuestro chino es básico. La ubicación es muy buena, cerca de zonas de ocio en el barrio de Jing'an, también cerca del metro. La zona, a pesar de ser una calle comercial, es muy tranquila y las habitaciones tienen vidrio doble, lo que isonoriza bastante. El desayuno lohe probado sólo una vez, tiene mayoría de platos chinos pero también se puede encontrar café, croissants, pan, etc., lo cual es suficiente para un desayuno occidental.