Tu alojamiento en São Miguel de Vila Boa

Único alojamiento que tiene franquiciado Paradores en Portugal a la empresa hotelera Montebelo. Es una casa solariega del siglo XVIII magníficamente conservada. Se pueden recorrer sus salones, ambientados con muebles y cuadros de época o pasear por su extensísima finca. Nos dieron un plano del lugar para no perdernos. Incluso nos acompañaron a la habitación, ya que aquello es como un laberinto si no lo conoces. Nos quedamos impresionados por el jardín francés, con su lago de los cisnes y su estanque con flores de loto. No menos imponente es el jardín inglés, con árboles centenarios. Fue un placer visitar la quesería y ver cómo se fabrican los quesos que producen y venden. También degustamos los vinos de su bodega y sus mermeladas. Los dos días de estancia resultaron perfectos, gracias a la amabilidad de todos los empleados. La habitación era muy amplia, con dos camas muy cómodas. El cuarto de baño también era espacioso. Solo lamentamos no disponer de cabina de ducha; la bañera no nos resultó muy cómoda. Las noches fueron sumamente tranquilas: no se oía absolutamente nada. Pero hay que saber que estamos en el campo, por lo que conviene que las ventanas permanezcan cerradas. A nuestro regreso de la cena, nos encontramos con un murciélago volando por toda la habitación, que parecía estar casi más asustado que nosotros. Al cerrar las luces, se marchó por donde había entrado.

Hotel con grandes espacios, hermosa piscina al aire libre, hay una piscina cubierta pero actualmente no utilizable. Habitaciones normales con alfombras anticuadas, aire acondicionado anticuado pero eficiente. Baño reformado y funcional. Vista del santuario. Zona muy tranquila a las afueras del pueblo de Mangualde. Servicio correcto y amable. Desayuno estándar.

Hemos vuelto a este hotel que tanto nos gustó hace un año. La habitación es cómoda y espaciosa (algo más pequeña que la última vez, que era enorme), silenciosa, con camas muy cómodas. La bañera de hidromasaje para relajarse es un plus. Es edificio es precioso, con varios salones señoriales cómodos y tranquilos. El desayuno, buffet, ya es accesible directamente (el año pasado te lo servían por el Covid-19) y es supercompleto, con variedad de cafés, tés y zumos, aguas, panes diversos, embutidos y quesos, yogures, cakes y pasteles (los de Belém son riquísimos), huevos revueltos, bacon y salchichas, frutas y macedonias, etc., todo exquisito. El personal de recepción, al contrario que otras opiniones, ha sido amable. El precio, para todos los servicios y para ser un 4 estrellas, es imbatible. La única pega es que el parking del hotel es pequeño y puede que no haya sitio, siendo difícil aparcar en la zona, al ser el centro y estar cerca de la catedral, museo, oficiona de turismo, etc. Está cerca también de varios restauranes y bares, así como de las calles comerciales.

Ubicación genial, a un paso del centro histórico. Habitación muy cómoda y bien decorada. Piscina muy agradable, aunque por la tarde está a la sombra. Buen aparcamiento exterior. Personal amable. A mejorar: el desayuno. El café es malísimo, imperdonable en Portugal y en un establecimiento de este nivel.

Buen hotel las habitaciones reformadas muy bien, el entorno es muy tranquilo y esta todo cerca. La ciudad es muy bonita un buen sitio para visitar.el hotel se queda un poco corto en el Buffet de desayuno.pero todo está bueno y bien presentado.recomendable

Es muy entusiasta que dejo aquí mi elogio al Hotel Durão, un equipo que me ha acogido desde el primer contacto, a mí y a mi familia. Quiero dar las gracias por todo el compromiso y profesionalismo demostrado, especialmente por las funcionarias Carla Costa y D. Luísa. Profesionales amables y muy prestigiosos. Se ha hecho una petición especial para un aniversario. Estas dos funcionarias, todo lo que hizo para que la sorpresa se realizase en los parámetros idealizados. Hacían todo lo que podían para que, cuando llegaron al hotel, la habitación ya estaba disponible para el aniversario disfrutar del momento. Deseo mucha felicidad al Hotel, en particular a las dos funcionarias mencionadas, que tan bien representan al Hotel. ¡Bien!

I spent four nights here and it was very comfortable. The people on reception were very friendly and helpful. My room was enormous! There was a good sized, comfortable double bed, a desk with a stool, plenty of wardrobe space and also an enormous bathroom. It took me a while to work out the bathroom had a door, it was one of those that slides, but I was in the room on my own, so not really an issue. The breakfasts at the hotel were nice, with the normal sort of breakfast items you find on the continent, but no cold milk for English people to put in their tea, or on their cereal, which was a bit weird. There is no bar area for sitting in the evenings, but there was a sort of lounge on floor 2 with sofas, where we spent one evening, and brought our own drinks from the shop next door. It is within easy reach of the old town though this is up a hill from the hotel.

Hotel bem localizado a uns 15 minutos de caminhada leve a partir da rodoviária de Viseu. Lugar tranquilo, café da manhã bom, limpeza muito boa, cama boa, ar refrigerado, frigobar, TV a cabo com muitos canais, elevador. Meu quarto era de fundos no primeiro andar mas tinha varanda com mesa e cadeiras. Muito bom.